
eine Blume sein,
Y me he quedado con la voz de esa sirena -la voz apenas- como se quedan los marinos oyendo el mar desde la arena.
“El primer día de travesía Matthieu se dio cuenta de algo que le supuso una verdadera revelación: el sonido del mar igualaba al silencio. Por muy estruendoso que pudiera llegar a ser incitaba a pensar, a sentir, a crear. A cada momento el agua se arqueaba como para embestir, y a veces culminaba el ataque y se deshacía en siseos de espuma, mientras que otras se tranquilizaba y volvía a fundirse en la masa inmensa en cuyo interior todo eran murmullos de algas y miradas de peces que se acercaban al barco con enérgicas sacudidas de la cola.
El mar era silencio. Matthieu pellizcaba un par de cuerdas del violín y respiraba hondo. Tenía la sensación de que, para componer una nueva pieza, le bastaba con estirar el brazo y alcanzar las notas que ya estaban allí, esperándole desde el soplo divino al principio de los tiempos, aquel que llegó cargado de toda la música pasada y futura.”
Fragmento de “El Compositor de Tormentas”
¿Quién no tomará pluma, ante la luna de hoy?
Uejima Onitsura
Habiendo mirado fijamente a la luna, yo parto de esta vida con una bendición.
K. No Chivo
Flores en primavera, la luna en otoño, una brisa fresca en verano, nieve en invierno. Si tu mente no está ocupada de cosas innecesarias, ésta es la mejor estación de tu vida.
Wu Men Kuan
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.
Eduardo Galeano
Yo aquí vine a los límites / en donde no hay que decir nada, / todo se aprende con tiempo y océano, / y volvía la luna, / sus líneas plateadas / y cada vez se rompía la sombra / con un golpe de ola / y cada día en el balcón del mar / abre las alas, nace el fuego / y todo sigue azul como mañana.
Pablo Neruda
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna.
Gustavo Adolfo Bécquer
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Jorge Luis Borges.
1 comentario:
Gracias por el poema. Sabes que me ha emocionado.
Como tú siempre pones cosas para nosotros me he permitido buscar algo para tí que seguro conoces y te gusta.
Las hadas
Soñé vagar por bosques de palmeras,
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.
Del terso lago se tiñó de rosa,
la superficie límpida y azul
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los sauces y bambús.
Muda la tarde ante la noche muda,
las gasas de su manto recogió;
de lindo mar dormida en las espumas
la luna halló la y a sus pies el sol.
Ven conmigo a vagar bajo las selvas
donde las hadas templan mi laud;
ellas me han dicho que conmigo sueñas,
que me harán inmortal si me amas tú.
-Jorge Isaacs-
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