miércoles, 3 de septiembre de 2008
ELLOS
Hoy les he añadido a ellos al blog de forma permanente. Creo que iré cambiando sus fotos, pero ahí estarán siempre, a mi derecha. Porque ellos son casi siempre el aliento que me anima, el proyecto que más me ilusiona. Juntos pero tan distintos:
La explosión y el fuego de Elías frente a la caricia y la suavidad de Marina. El impulso de él frente a la reflexión de ella. La impaciencia de él y la calma de ella. Los 18 de él y los 5 de ella.
En común, sobre todo, su pasión. Dormir lo justo para no perder ni un minuto de la vida. Y su don de gentes. Su facilidad para establecer lazos y amistades. Su salud de roble y su fortaleza física.
Para una madre, una aventura continua. Una bendición que nunca podré agradecer lo suficiente y que es y será el motor principal de mi vida.
La explosión y el fuego de Elías frente a la caricia y la suavidad de Marina. El impulso de él frente a la reflexión de ella. La impaciencia de él y la calma de ella. Los 18 de él y los 5 de ella.
En común, sobre todo, su pasión. Dormir lo justo para no perder ni un minuto de la vida. Y su don de gentes. Su facilidad para establecer lazos y amistades. Su salud de roble y su fortaleza física.
Para una madre, una aventura continua. Una bendición que nunca podré agradecer lo suficiente y que es y será el motor principal de mi vida.
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2 comentarios:
Debes estar orgullosa de ellos, se ven unos chicos estupendos. Por la diferencia de edad adivino la pasión que tiene que sentir tu hijo Elías por su hermana, y ella por él, me equivoco??
Un abrazo
No te equivocas en absoluto. Se quieren a rabiar. Es curioso:cuando estamos en casa, cada uno está en su cuarto, haciendo sus cosas, y no se molestan. Pero de pronto se necesitan y van a "visitarse" uno al cuarto del otro, se abrazan, se revuelcan un rato por el suelo, y al final, otra vez cada uno a su sitio. Creo que será así toda la vida.
Sí que estoy orgullosa, la verdad. Mucho.
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