viernes, 28 de agosto de 2009

Galería de imágenes para el recuerdo.

Ya he perdido la cuenta de las veces que he viajado a Alemania. Antes lo hacía casi por obligación, por razones de estudios y/o profesionales. Ahora lo hago por devoción. La tranquilidad, el orden, la limpieza, la conciencia medioambiental y ecológica, la educación y el civismo de los alemanes, me tienen totalmente hechizada.
Las primeras veces viajaba con el ansia de los jóvenes que quieren verlo todo, almacenar en su retina la mayor cantidad posible de imágenes, nombres y experiencias. Siempre con aquella prisa, con aquella avidez.
Ahora viajo con la tranquilidad de ir a un lugar ya muy familiar, de tratar con gente cuyo carácter y forma de ver la vida comprendo y comparto profundamente. Y viajo con la ilusión de llevar a mi hija conmigo, y de compartir con ella cada paisaje, cada visita a los amigos, cada una de esas costumbres tan diferentes a las españolas que a mí me hicieron crecer, que ensancharon de una forma que sólo he comprendido con los años mis horizontes físicos y mentales.
La fama de duros y poco abiertos de los alemanes se desintegra y llega a parecer ridícula cuando compartes con ellos techo y amistad.
Hoy os quiero mostrar a modo de album familiar, algunas fotografías que yo misma hice durante nuestras vacaciones en la ciudad de Hamburgo y cercanías. No esperéis ver monumentos ni grandiosos edificios -que también los hay, os lo aseguro. Lo que quiero transmitir son sensaciones, momentos que a modo de haikus han quedado grabados en nuestra memoria familiar, y que con frecuencia tienen que ver con la naturaleza. Porque Hamburgo es agua y verde. Y silencio.


Alsterarkaden
(Arcadas del Alster, Hamburgo)

Los habitantes del Alster.

Kaffeekuchen
Merienda casera (sí, sí, todos hechos en casa) con amigos.

Glorioso postre alemán (todavía sueño con él...)

Esperábamos ver detrás a Heidi o a Pedro, pero no aparecieron.

Tampoco vimos a Caperucita ("Rotkäppchen" la llaman allí), pero sí a su amigo...

"Schmetterlingblume"
(Maravillosa "Flor de las mariposas")

Fauna autóctona. (El papá de Bambi según Marina)

Todos estos amigos puedes encontarte si paseas por el Königsweg...

Cartel en la puerta de una iglesia: "Todo es posible" - (firmado: Dios)

Idílica ciudad de Glückstadt ("Ciudad afortunada")

Mi postre favorito en el espejo del restaurante (la "Rote Grütze" es una mezcla de frutas del bosque, que se suele servir con helado de vainilla o nata)

Plaga de mariquitas en Bad Bramstedt.

No es un cuento. Son casas de verdad. Donde vive gente de verdad. En Glückstadt.

Uno de los rincones favoritos del jardín de nuestros amigos.

Delicioso paseo en canoa por el río. Desde ambos lados nos saludaban vacas, caballos, cabras, ovejas, cigüeñas, ...

Cuando se te recibe así, ya eres feliz antes de entrar en casa.

"La puerta de mi casa" en el mismo centro de Hamburgo.

6 comentarios:

aguadecolores dijo...

maravillosa tu forma de ver las cosas,
besos de colores

Graciela Bello dijo...

Me ha encantado tu album! Es muy cierto lo que dices acerca de cuánto más se disfruta una ciudad que uno ya conoce. Es como cuando vuelves a ver una película que amas, ya conoces el final y ahora puedes regodearte con sus diálogos a fondo, con sus imágenes, respirar su ambiente sin ansiedad.
Yo no conozco la ciudad que nos muestras, y me ha gustado esta
visión intimista, que difiere
de lo que podría mostrar un folleto de viajes. Una amiga siempre me decía que cuando viajas, a todos los lugares que marca el circuito turístico, a esos justamente, no hay que visitarlos.
Tal vez un poco extremo su concepto, pero tiene algo de cierto.
Si pienso en Buenos Aires, a los turistas los llevan a espectáculos de tango muy elaborados y obligados recorridos por la Boca, lugares que los porteños casi no frecuentamos en la vida cotidiana. Y así debe pasar con tu Hamburgo y con cada rincón del mundo, pleno de belleza y secretos para quien se atreva a develarlos.
Me alegro por tu regreso, de verdad de ha sentido tu ausencia en nuestro mundillo blogger.

matilde* dijo...

Hola preciosa sirena!!!por favor!qué bonita es hamburgo!!!¡me encantaría ir!:-), y sí, sí...comparto contigo 100%la sensación de encontrar esa belleza, armonía, serenidad y orden que a veces por aquí no vemos...así que creo que tenemos "ojitos" similares:-), la verdad es que me has transmitido de lleno las sensaciones de tu viaje...es más, me teletransportaría en un momento allí y me quedaría un largo periodo de tiempo...¡qué belleza lo de los animales, las casas, la naturaleza...!acabas de hacer que tenga un lugar más a donde quiero ir (de la larga lista que tengo en mi mente). Mil bisous afrancesados para una sirena germana llena de magia y maravilla!besitos a toda la family!mati:-)*

matilde* dijo...

ay! y jeje...¡adoro las "mariquitas"!, me hubiera encantado estar allí con marina viéndolas volar...me parecen tan lindas: rojas y con los puntitos!!!más besos y bienvenida a casa ana!:-)*

ॐ Palabras Andantes dijo...

sí señora muy bellas fotos, por un momento pensé que realmente estaba yo en esos lugares de cuentos de hadas comiendo deliciosos postres .....

feliz fin de semana!

Claudia Botero dijo...

Perecioso.
Me encanta el papá de bambi y las mariquitas y las mariposas...!
:)