Hay un lugar muy extraño en nuestro planeta, el lugar más misterioso y desconocido del mundo. Es un lugar no muy distinto al espacio, donde se difuminan las relaciones convencionales del tiempo y la distancia. Es un lugar mágico y peligroso, al cual el cuerpo humano y el espíritu deben adaptarse. Es el único lugar en el que algunos seres humanos se sienten en armonía.
El protagonista de "El Gran Azul", Jacques, es un ser calmado, enigmático, profundo y sincero. Un ser de otro mundo, más arraigado al mar que a la vida de los hombres. Cuando debe elegir entre el amor a una mujer y el amor al mar, no lo duda: a esas alturas, todos sabemos que ese amor hubiera sido viable sólo si el hubiera sido humano o ella hubiera sido realmente una sirena.
Este hombre-pez que es Jacques, se siente empujado a ser un elemento más del mar enigmático, rico, libre, más puro y real, que vive más de acuerdo con las leyes del cosmos, de la creación. Es un místico que, en su afán de ser cada vez más un hombre-pez, consigue una unión misteriosa con el mar, con el universo.
El Gran Azul es, sin duda, una película existencial y poética: A Jacques se le revela su condición y se reconcilia con su propia naturaleza. Se acerca al mar, al cosmos, y encuentra el sentido de la vida.
2 comentarios:
Qué bonita película, espero poder conseguirla...
Un besos sirena . Gracias por compartir.
Hola Mermaid!
No ha llegado a Buenos Aires esta película.
Imagino tu identificación con el tema del mar, qué maravilla...
Veo que has posteado mucho en estos días, no pierdes el tiempo!
Un beso!
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