martes, 14 de diciembre de 2010

Amélie versus Sex and the City.




París y Nueva York, dos ciudades envueltas en un halo de mitificación, inmortalizadas a través del cine y la literatura, convertidas en iconos.

Estuve una vez en Nueva York, y no pude evitar sentirme en todo momento parte de una película, de una serie de televisión. Los edificios eran altos, altísimos. Todo era grande, y yo me sentía pequeña, muy pequeña. Y luego vi El Fantasma de la Ópera, en Broadway. Eso me hizo recuperarme. Y me dio una energía que me duró meses...

He estado cuatro veces en París. Y volvería mañana mismo. Cuando paseo por Montmartre, por los Campos Elíseos, por el Louvre y el Orsay, oigo la música de Amélie todo el tiempo. París tiene ese je ne sais quoi que enamora.

Ciudades que hay que visitar al menos una vez en la vida; lugares impresionantes, y muy distintos.

El diseñador Vahran Muratyan repasa las diferencias a través de comparaciones muy sencillas y obvias, pero muy sugerentes. En el blog Paris versus New York están todas las imágenes.














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