lunes, 30 de abril de 2007

ODE AN DIE FREUDE

Beethoven pasó 20 años de su vida esperando la inspiración que le permitiera poner música a la "Oda (o Himno) a la alegría" ("Ode an die Freude") de su idolatrado Friedrich Schiller. Por fin, en 1823, decidió que su experiencia y talento musical ya le permitían ponerse al nivel del texto literario y que la Oda iba a convertirse en el final de su famosísima 9ª Sinfonía. Así que la introdujo como final del 4º movimiento. La mezcla en un mismo movimiento de una parte exclusivamente musical con otra coral supuso una verdadera revolución en aquella época.

Beethoven quiso así, con la ayuda de las palabras de Schiller, dirigirse a toda la humanidad y reivindicar la alegría, el optimismo y el amor entre los hombres. Aunque se trata de una idea muy romántica, propia de su tiempo, resulta curioso pensar que un hombre tan maltratado por la vida en sus últimos años hiciera tales reivindicaciones. ¿Podéis imaginar el sufrimiento de un ser humano que vive por y para la música y que acaba quedándose sordo como una tapia?

Al que esté interesado en el tema, le recomiendo el libro "El Cabello de Beethoven", de Russell Martin (Ediciones B.Barcelona). En este libro, un mechón cortado del cabello de un Beethoven ya anciano sirve como excusa para una reconstrucción histórica y biográfica del genio alemán y para un análisis químico que aclare su estado de salud antes de morir. Se trata de una historia casi detectivesca en busca de una reliquia. Resulta destacable la luz que se arroja sobre el origen de la sordera de Beethoven y, en general, de su mala salud de hierro (que para aquellos que no vayan a leer el libro, y tengan curiosidad, les diré que más que de hierro era de otro metal cincuenta y seis posiciones más allá en la tabla periódica.)

No me puedo resistir a reproducir aquí una parte del texto del famoso Himno, que canto de memoria desde hace años y que me sigue pareciendo sublime. Por cierto, ¿sabías que fue elegido por el Consejo de Europa como himno europeo en 1972? El director de orquesta Herbert von Karajan accedió a una petición del Consejo de Europa de escribir tres arreglos instrumentales para piano solo, viento y orquesta sinfónica. Fue adoptado como símbolo musical común de la Unión Europea por los Jefes de Estado o de Gobierno durante el Consejo Europeo de Milán en junio de 1985.

"Freude, schöne Götterfunken, Töchter aus Elysium, wir betreten feuertrunken, Himmlische! dein Heiligtum. Deine Zauber binden wieder, was die Mode streng geteilt. Alle Menschen werden Brüder, wo dein sanfter Flügel weilt."

"Alegría, hermosa chispa divina, hija del Elíseo, ebrios de entusiasmo entramos, diosa celestial, en tu santuario. Tus hechizos vuelven a unir lo que la moda había con rigor separado. Todos los hombres se hacen hermanos, allí donde tus suaves alas se ciernen."

¿Te apetece recordarla? Pincha aquí:

http://www.esnips.com/doc/cf6a68a1-5ee6-4338-819b-e610714e8461/4-Ode-to-Joyoy

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