sábado, 5 de enero de 2008

Poema.



Ves aquí, hermana, entre los choperales

que el mirlo ensaya su mejor tonada,

y es la piel del lagarto más dorada,

y hay en la hormiga reina alas nupciales.



Y tú, hoy que laten ímpetus brutales

en cada antena de esta selva alada,

has llegado ante mí tan sazonada

que no sé, hermana, ya de dónde sales.



Y hoy que es el tiempo, amor, y son tus galas

bellas como esas pieles y esas alas

y necesito, amor, que seas mía,



yo, tan torpe en hablar, ante tu encanto

tan dulce he echado a hablar, que ése sería,

si pudiera escribirse, mi gran canto.

Agustín García Calvo, 1944.



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