Dado, pues, ese interés creciente por el Alemán, decidimos realizar una actividad en el colegio en la que este idioma fuera protagonista. Así, con la ayuda de mi amiga Gabriele Schennach, austríaca, profesora de Inglés y Alemán, nos dispusimos a preparar el “Día de Austria”.
Para ello, escribimos una carta a la Oficina Nacional Austríaca de Turismo, explicándoles nuestro proyecto y solicitándoles algún material de apoyo. Inmediatamente recibimos su respuesta, y en unos días teníamos en casa posters, películas, banderines y mapas provenientes de Viena, Innsbruck y Salzburg (buen ejemplo de la eficacia y generosidad austro-germana).
Gabriele aprovechó su estancia navideña en su pueblo natal, en el Tirol, para traer en su maleta dos cajas enormes de “Mozartkugeln” (deliciosos bombones típicamente austríacos) para hacer algo más dulce nuestro Día de Austria.
Por fin, el pasado viernes 1 de febrero, tuvo lugar la celebración. Realizamos dos sesiones para secundaria: la primera con 1º y 2º y la segunda con 3º y 4º.
Adornamos nuestra biblioteca con posters en los que se podían admirar maravillas paisajísticas de todo el territorio austríaco. Comenzamos con una entrevista en Alemán (traducida posteriormente), a nuestra colaboradora, Gabriele Schennach. Luego, con la ayuda de una proyección, hablamos un poco de todo (geografía, historia, costumbres, personajes, gastronomía, cultura, ...) que fue seguida de un concurso con premios. El objetivo del concurso era adivinar, con la ayuda de imágenes y fragmentos de composiciones musicales, de qué famoso personaje austríaco estábamos hablando. Los ganadores recibían dulces, mapas o banderines llegados directamente desde el Tirol. Más tarde, vimos unos fragmentos de las películas que nos habían enviado desde Austria y finalizamos la sesión con una ronda de preguntas a cargo de los alumnos de alemán (que causaron una gran impresión en Gabriele por su correctísima pronunciación - os podéis imaginar mi satisfacción), y con la entrega de unos regalitos para Gabriele.
A la hora de la comida tuvimos una sorpresa muy agradable: el menú consistía en ensalada de patata con pepinillos y salchichas de Frankfurt con patatas. Así prolongamos el efecto “Austria” durante un buen rato más. La respuesta de nuestros alumnos fue en general muy satisfactoria, y Gabriele se marchó con la impresión de que eran unos chicos muy agradables, expresivos y educados, y me dio la enhorabuena para que la transmitiera a todos mis compañeros.
Creo que el resultado hizo que el esfuerzo valiera realmente la pena.
La celebración del Día de Austria coincidió, casualmente, con la visita, la semana siguiente (del 3 al 10 de febrero), de un grupo de alemanes que, en intercambio, se alojaron en casa de nuestros alumnos de 3º y 4º de la ESO. Provenían, como en años anteriores, del Gesamtschule Eidelstedt, de Hamburgo. Una vez más, la experiencia ha resultado enormemente positiva y enriquecedora. Los profesores que acompañaban al grupo se mostraron encantados en todo momento ante la calurosa acogida, e incluso nos comentaron que, ante la ausencia de incidentes y con la colaboración de una semana de sol casi primaveral, habían disfrutado de unas mini-vacaciones.
Ya he dado la enhorabuena a nuestros alumnos para que la transmitan también a sus familias, porque gracias a ellos, unos chavales con otras costumbres, otros horarios, otros gustos culinarios, se han sentido, según sus propias palabras, como en su propia casa. Tanto es así que, en la despedida, en el aeropuerto, las lágrimas de unos y otros hicieron acto de presencia... Hoy mismo me he enterado de que uno de los alumnos alemanes ha colgado en youtube tres videos sobre el intercambio (si queréis echarles un vistazo sólo tenéis que poner en el buscador de youtube "intercambio carlet"). Creo que ha sido una bonita idea y una prueba más del "buen rollo" que surgió entre valencianos y hamburgueses.
Gabriele y Marina.
(El Día de Austria coincidió en el cole con la celebración del Carnaval. Por eso, Marina aparece vestida de gnomo)
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