
En la primera versión, Stjepan Hauser toca una transcripción para cello, y demuestra así que también el cello sabe cantar. Y que tiene su propia alma.
En la otra, Renee Fleming la canta como nadie. Se me saltan las lágrimas.
Ponedme este aria en cualquier celebración, o para recibirme, o para despedirme, o para permanecer en silencio, o para trabajar, o para soñar, o .....
Ponédmela y seré feliz.
http://es.youtube.com/watch?v=ad1m2aIg8SY
http://es.youtube.com/watch?v=7_lbJ1MaDeo
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