domingo, 22 de febrero de 2009

Mirra, incienso y granada.

Para bien o para mal, (a veces, creedme, para mi desgracia), me guío mucho por mi olfato. Y hablo del olfato en sentido figurado pero también en sentido real. Me dice mucho el olor de un lugar, de un objeto, y sobre todo de una persona.
Por otra parte, no soy de grandes lujos, pero sí de pequeños, de detalles que necesito para dar color y brillo a cada día. Y el perfume es uno de esos pequeños lujos que puedo y quiero permitirme.
No me gustan esos perfumes de grandes modistos que pretenden engordar todavía más sus arcas dando su nombre a un frasco de diseño relleno de vete a saber qué pero que es "súper-súper-fashion".
Me gustan los perfumes artesanales, los que existen desde hace siglos. Los naturales. Los que transportan a otro mundo u otro tiempo en cuanto abres el frasco. Esos perfumes que te transmiten, al olerlos, que tienen toda una historia detrás.
En los tiempos que corren, quizás todo esto parezca una frivolidad, pero os aseguro que no lo es para mí.
Os presento a dos de mis compañeros más fieles:


Eau d'Iparie. L´Occitane en Provence.


Dice Olivier Baussan, fundador de L´Occitane:

"Siempre los mismos gestos, de temporada en temporada, de generación en generación... Estos gestos que la naturaleza adopta, los puedo admirar cada vez que me encuentro con los hombres y mujeres de mi Provenza natal o de otra parte. Con ellos, comparto ese sentido profundo de las tradiciones y la preocupación constante por el respeto a la naturaleza".

En L´Occitane utilizan entre otras materias primas la lavanda, la oliva y la miel de la Provenza, la siempreviva de Córcega y el karité de África, teniendo muy en cuenta a los hombres y las mujeres que viven y trabajan en estas regiones del mundo, con sus tradiciones y costumbres seculares.

Y el respeto por las tradiciones va a la par con el de la naturaleza y el medioambiente. Más que un pensamiento, es un auténtico compromiso que esta empresa ha puesto en marcha apoyando a filiales de producción tradicional. Con este mismo espíritu ha instaurado un comercio justo con Burkina Faso, su primer proveedor de Karité y ha sistematizado el etiquetado en Braille.

La Eau d´Iparie es mi preferida. Huele a mirra e incienso. Su aroma me recuerda al taller de un luthier. Es como una mezcla de maderas, de resinas, de rincones misteriosos de antiguas ciudades mediterráneas.


Acqua di colonia Melograno. Officina Profumo Santa Maria Novella.


La Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella es un símbolo de la ciudad de Florencia desde su fundación como La Antica Farmacia en el año 1221 por frailes dominicos. Se trata de una auténtica joya histórico-artística con salas con frescos de gran belleza y en definitiva, el lugar perfectos para los amantes de los perfumes de elaboración artesanal, muchos de ellos siguiendo fórmulas creadas para Caterina de Medici en 1500.

Son, además, unas colonias muy "cinematográficas": Quizás recuerdes esa escena de la película Hannibal, en la que se puede ver a Hannibal Lecter cómo entra a comprar un perfume en Santa Maria Novella.
Si te fijas un poco, verás que en Casino Royal, la colonia que Eva Green guarda en su tocador y en su bolso, proviene también de Santa Maria Novella.


La colonia de Melograno (granada) es una de las más características y antiguas de esta marca. Huele a talco y a limpieza y es totalmente intemporal. Un verdadero lujo que disfruto a diario.

¿A qué hueles tú, amig@?

4 comentarios:

M.D.Meridio dijo...

Me imagino que mi ordenador es capaz de percibir olores, y ahora mientras navego por tu blog,cierro los ojos y disfruto del cegador olor de esos perfumes de melograno o lavanda que usas. Como Al Pacino en "Esencia de mujer".

Graciela Bello dijo...

Me gusta pensar en el olor tan fresco y agradable de la limpieza.
No es hermoso el aroma de la ropa que huele a recién lavada, es delicioso!
No conozco el lugar que mencionas, pero sin dudas deber ser maravilloso, ojalá algún día pueda visitarlo y llevarme alguno de estos pequeños y mágicos lujos!
Me gusta lo que nos muestras !

Mermaid Lullaby dijo...

Se nota que nos conocemos bien, gladiador. No he mencionado la lavanda, y tú sí que relacionas ese perfume conmigo. Es porque cuando llega el calorcito, la mirra y el incienso dan paso a la lavanda, mucho más refrescante. Esa colonia de lavanda también es de l´Occitane. Y lo curioso es que es una variedad especial que se llama "Lavande Papillon". La Lavanda Mariposa es una especie de lavanda que crece en la región del Mediterráneo y que es conocida porque atrae las mariposas gracias a sus grandes flores coloreadas. De esta Lavanda Mariposa, se extrae un agua esencial con numerosas propiedades: relaja el cuerpo y el espíritu, apacigua la piel y estimula la sensación de bienestar. Y te aseguro que funciona!

Mermaid Lullaby dijo...

Graciela: Te invito a visitar Florencia y pasarte por Santa Maria Novella. Es como andar atrás en el tiempo y entrar en un mundo lleno de sensaciones muy estimulantes. En España sólo hay tres tiendas de Santa Maria Novella: en Madrid, en Barcelona (junto a la preciosa iglesia de Santa María del Mar) y en Valencia. La nuestra también se encuentra al lado de una iglesia, en la parte antigua de la ciudad. La localización es una condición indispensable para el establecimiento de la tienda, según nos contó la dueña de la tienda valenciana: deben estar siempre en rincones antiguos y cerca de alguna iglesia. ¿Curioso, verdad?
Yo, cuando voy, acabo haciendo amistad con los dependientes porque me paso allí un buen rato, oliéndolo todo, hablando sobre la composición de los perfumes y sus historia... Me marearía si no fuera porque, entre perfume y perfume, me dan un bote de café para neutralizar los olores. Así que allí me paso el rato, con el bote de café en la mano, hablando de olores, de monjes, y de historias preciosas. Deberían cobrarme mucho más de lo que me cobran. En fin, hay cosas que no se pueden pagar con dinero.
Gracias por tus visitas, Graciela. Me alegro mucho de que te interesen mis temas.