viernes, 22 de mayo de 2009

Desde Buenos Aires...


Esto de los blogs es verdaderamente mágico. Fijaos en las preciosidades que tenía hoy en mi buzón cuando he llegado a casa!
Me sorprendió la suerte al ser una de las dos afortunadas en el sorteo que mi amiga Graciela realizó en su blog para celebrar el aniversario de su blog. Y hoy, con estas bonitas libretas en mis manos, todavía no puedo creerlo.

Por segunda vez, una amiga me envía un regalo desde otro continente. Y yo, que no soy nada materialista, siento en cambio una ilusión parecida a la que los niños sienten en Navidad, cuando abren sus regalos. Porque esas libretas van acompañadas de un carta de Graciela, mucho más "real", como ella dice, que el comentario en un blog. Hoy, es como si tuviera un poco más a Graciela conmigo.

Deseo de corazón que sea cierto eso que dices, y que algún día "tomemos un café en España, Buenos Aires, París...!" ... quién sabe.
Muchísimas gracias. Haré muy buen uso de estas libretas, te lo puedo asegurar!

4 comentarios:

Graciela Bello dijo...

Me alegro de que llegara a puerto!
No tengo dudas de que las libretas serán sólo el envase de mágicas ideas, planes y sueños!!!!
Muchas gracias por difundirlas en tu espacio!
Un beso!

Elio Milay dijo...

Me imagino esas libretas llenas dentro de un tiempo de hermosos poemas. Aunque me gusta más la nostalgia de imaginármelas llenas de hermosos poemas dentro de cien años, leídas por quién sabe qué bisnieta sirena. Y su novio le sugerirá: ¿No crees que si las subastáramos haríamos un buen negocio?

Pregunta que pondrá fin a la relación, por supuesto.

Mermaid Lullaby dijo...

Graciela: Ya he estrenado una de las libretas. La llevo en mi bolso desde que llegó. Y ya contiene un poco de todo: un apunte para una receta de un postre muy especial, un haiku marino, tu dirección postal para no extraviarla, una cita que leí y una promesa de futuro.
Ya ves: tu regalo es un pequeño tesoro para mí.

Mermaid Lullaby dijo...

Elio: Estaría una eternidad leyendo y/o escuchando esas cosas tan bonitas que se te ocurren. Gracias.
A ti habría que crionizarte, como a Walt Disney (según cuenta la leyenda). Y así contemplarías tú mismo esa escena dentro de 100 años, y seguirías escribiendo poemas para emocionar a mis nietas y bisnietas.