viernes, 4 de diciembre de 2009

Mi caja blanca.

Responder a un humilde regalo con más regalos, mucho más valiosos, sólo tiene cabida en la verdadera amistad. Así que, por vosotras, he abierto mi propia caja blanca para guardar dentro, como auténticos tesoros que son, cada uno de esos regalos; los maravillosos equilibristas sobre cielos azules, la tierna fotografía de un precioso bebé, los cálidos abrazos que atraviesan largos caminos sembrados de amistad, el dulce eco de vuestras palabras…


“…Desde que llegué a este rincón de Internet he encontrado dibujos, poesías, historias y sobre todo personas que me han ido tocando el corazón.…”


“…es maravilloso encontrar en el mundo gente con sensibilidades afines, creo que te sientes "arropada" de alguna manera, es curioso...”


“… adoro las páginas y las cajas en blanco, en ellas puedes escribir, pintar y guardar miles de historias bonitas…”


“…Me quedo con los triángulos de colores formando prismas. Así se siente mi corazón cuando leo mensajes tuyos dedicados a tu gente…”


“...quizás la próxima vez, sea yo quien te haga sonreír y te haga sentir bien…”


“…la Amistad se ha sellado entre nosotras: tácita, implícita, obvia. Yo acepto tu caja blanca y la pinto con mis colores…”


También el regalo de la música.


“ … te la regalo: sólo el título ya me emociona...sé que te gustará!”




Y el regalo de la imagen, del dibujo que evoca el mayor de mis paraísos: una playa de arena blanca y suave, y al fondo, el mar…


“…Voy a poner en esa caja blanca lo que más me gusta hacer, un dibujo. Lo pinté hace mucho tiempo y es el momento de rescatarlo…”


"Playa"
Inma Valderas

¿Hay alguna palabra que abarque más que un escaso “Gracias”? ¡Cómo me gustaría conocerla hoy!



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