Argoat y Armor.

"Lancelot and Guinevere"
Donato Giancola

Tierra de celtas, de cultos druidas y, más tarde, escenario de las leyendas medievales de los caballeros de la Tabla Redonda... Lugares fantásticos; la Île d´Aval -la mítica Avalón- de la Fata Morgana, los bosques de Huelgoat donde el Rey Arturo encontró el Santo Grial, o el Bosque de Paimpont, o de Brocéliande, con la Fuente de la Eterna Juventud y la tumba del mago Merlín.

Tierra de mar y leyendas, Bretaña es una tierra de fuerte identidad cultural en la que sobrevive, orgullosa, una antiquísima lengua, áspera y sonora, el bretón, emparentada con las de otras zonas de la Europa atlántica. Costas barridas por vientos y mares, y un interior de color verde intenso con campos vallados, granjas diseminadas, oscuros bosques y riachuelos. El misterio de las piedras de Carnac, megalitos y menhires que indican la sucesión de las estaciones, la trayectoria de las estrellas, lugares mágicos ligados al culto a la fertilidad, inmensos templos a cielo abierto, escenarios de ceremonias cuyo recuerdo se pierde en la noche de los tiempos...

Y luego, silenciosas aldeas medievales, antiguos burgos de casas de piedra, encantadoras playas de arena, profundas y sorprendentes mareas, faros que se alzan firmes, encaramados en las rocas, en paisajes que resultan difíciles de olvidar.

Argoat, el País de los Bosques, el corazón de Bretaña, y Armor, el País del Mar, el absoluto protagonista en la naturaleza y en la vida de sus habitantes ("Los bretones nacen con el agua del mar alrededor del corazón", dice un antiguo proverbio de esta tierra.)

Imposible resumir en unas pocas imágenes o en un puñado de palabras un viaje entre el presente y el pasado, la realidad y la fantasía, con la compañía perenne del mar, que tan bien describió Georges Simenon en "El Puerto de las Nieblas": "En la niebla, el único signo de vida eran los gavilanes que volaban dejando su estela. A la derecha se elevaban las dunas (...). Hacía frío. El mar estaba tranquilo. La espuma blanca de las olas se balanceaba al ritmo de la respiración, acompañada por un rumor como de conchas trituradas."

En los próximos días, una selección en imágenes de mi último periplo bretón y normando...

"Waves undulations"
Donato Giancola