viernes, 21 de mayo de 2010

Volver a ser niña.




"¡Qué feliz eres, niño, sentado en el polvo, divirtiéndote toda la mañana con una ramita rota! Sonrío al verte jugar con este trocito de madera. Estoy ocupado haciendo cuentas, y me paso horas y horas sumando cifras.
Tal vez me miras con el rabillo del ojo y piensas: « ¡Qué necesidad perder la tarde con un juego como ése! »
Niño, los bastones y las tortas de barro ya no me divierten; he olvidado tu arte.
Persigo entretenimientos costosos y amontono oro y plata. Tú juegas con el corazón alegre con todo cuanto encuentras. Yo dedico mis fuerzas y mi tiempo a la conquista de cosas que nunca podré obtener.
En mi frágil esquife pretendo cruzar el mar de la ambición, y llego a olvidar que también mi trabajo es sólo un juego."

Rabindranath Tagore


14 comentarios:

Joy B. dijo...

Jajaja, qué bueno Tagore!

Cuando nos identificamos demasiado con la seriedad, el rigor y el trabajo de ser adulto, nos perdemos el caos, la espontaneidad y la frescura del niño...

Pero ha sido necesario pasar por esta etapa de a "adultez" inconsciente, para, poco a poco, retornar a la niñez, pero esta vez, consciente!

Lindo video para esta preciosidad de texto.

Muchas gracias, Ana por el regalo y un beso lleno de cariño

cronopia dijo...

Esta cita tiene una relación más directa con un post de hace unos días (El elemento), pero me pareció tan demoledora y brillante que me apetecía compartirla contigo. Es de de la lúcida Doris Lessing.
No puedo resumirla. Siento ocupar tanto espacio , pero es que creo que es totalmente aprovechable , de principio a fin. Ahí va :

" Todo empieza cuando el niño tiene apenas cinco o seis años, cuando entra en la escuela. Empieza con notas, calificaciones, premios, "bandas", "medallas", estrellas y , en ciertas partes hasta galones. (...)Es un sistema de desbroce: el débil se desanima y cae. Un sistema destinado a producir unos poco vencedores siempre compitiendo entre sí. Según mi parecer- aunque no es éste el lugar donde desarrollarlo- , el talento que tiene cada niño, prescindiendo de su coeficiente intelectual, puede permanecer en él toda su vida, para enriquecerle a él y a cualquier otro, si esos talentos no fueran considerados mercancías con valor en un juego de apuestas al éxito.

Otra cosa que se enseña desde el principio es a desconfiar del propio juicio. A los niños se les enseña sumisión a la autoridad, cómo averiguar las opiniones y decisiones de los demás y cómo citarlas y cumplirlas.

En la esfera política, al niño se le explica que es libre, demócrata, con un pensamiento y una voluntad libres, que vive en un páis libre, que toma sus propias decisiones. Al mismo tiempo, es un prisionero de las suposiciones y dogmas de su tiempo, que él no pone en duda debido a que nunca le han dicho que existieran. Cuando el joven ha llegado a la edad de escoger- entre el arte y las ciencias, escoge a menudo las artes por creer que ahí hay humanidad, libertad, verdadera elección. Él no sabe que ya ha sido moldeado por un sistema, ignora que la misma elección es una falsa dicotomía arraigada en el corazón de nuestra cultura. Quienes lo notan y no quieren ser sometidos a un moldeado ulterior tienden a irses, en un intento medio inconsciente e instintivo de encontrar trabajo donde no vuelvan a ser divididos contra ellos mismos.

Con todas nuestras instituciones, desde la policía hasta las academias, desde la medicina a la política, prestamos poca atención a los que se van, a ese procedimiento de eliminación que siempre se produce y excluye, muy tempranamente, a quienes podrían ser originales y reformadores, dejando a aquellos que se sienten atraídos por una cosa porque eso es precisamente lo que ya son ellos mismos. Un joven policía abandona el cuerpo porque dice que no le gusta lo que debe hacer. Un joven profesor abandona la enseñanza, quebrantando su idealismo. Este mecanismo social funciona casi sin hacerse sentir; sin embargo es poderoso como cualquiera para mantener nuestras rígidas y opresoras instituciones. (...)

Sería de gran ayuda decribir por lo menos correctamente las cosas, llamarlas por su nombre. Idealmente, lo que debería decirse y repetirse a todo niño a lo largo de su vida estudiantil es algo así :

"Estáis siendo adoctrinados. Todavía no hemos encontrado un sistema educativo que no sea de adoctrinación. Lo sentimos mucho pero es lo mejor que podemos hacer. Lo que aquí se os está enseñando es una amalgama de los prejuicios en curso y las selecciones de esta cultura particular. La más ligera ojeada a la historia os hará ver lo transitorios que pueden ser. Os educan personas que han dido capaces de habituarse a umn régimen de pensamiento ya formulado por sus predecesores. Se trata de un sistema de autoperpetuación. A aquellos de vosotros que sean más fuertes e individualistas que los otros, les animaremos para que se vayan y encuentren medios de instruirse por sí mismos, educando su propio juicio. Los que se queden deben recordar, siempre y constantemente, que están siendo modelados y ajustados para encajar en las necesidades particulares y estrechas de esta sociedad concreta."
Espero que te haya gustado tanto como a mí.
Bicos

Mermaid Lullaby dijo...

Joy:
No sabes la envidia que me dan los niños cuando los observo moverse arriba y abajo en el parque. Son auténticos maestros y modelos a seguir en su alegría de vivir.
¿Cómo podríamos recuperar esa "ligereza", esa sencillez, y VIVIR sencillamente? ¿Es posible todavía?

Mónica:
Este texto -especialmente ese último párrafo entre comillas- es como para enmarcarlo y colocarlo a la entrada de cada una de las aulas de secundaria. Interesantísimo! Y totalmente "revolucionario", teniendo en cuenta el sistema educativo reinante, tan absurdo y lleno de contradicciones. Y no sólo los niños; también los profes con un mínimo de conciencia, y que intentan ser consecuentes, lo pasan -lo pasamos- muy mal. Es muy evidente que los más fuertes, valientes, originales, e innovadores -los que no forman parte del "rebaño", en definitiva- suelen encontrar tantos obstáculos en su camino, que acaban por desistir.
Ahí está nuestro verdadero trabajo, y nuestra labor de por vida: lo que para algunos supone un trabajo arduo y desesperante, debemos verlo como una "atalaya", que nos permite ocupar una posición privilegiada para cambiar las cosas desde dentro. Cada pequeño pasito que demos, debemos verlo como un triunfo.

La semana pasada cité a una mamá para hablarle de las pésimas notas que su hijo está sacando esta evaluación. En todas las asignaturas excepto en plástica, en la que es un verdadero genio. La madre me contó, pidiéndome discreción absoluta, como si se tratara de algo vergonzoso, que su hijo en sus ratos libres no juega al fútbol, ni está obsesionado con el ordenador, como otros. Lo que le gusta es peinar a su madre, a su vecina, a todo aquel que se pone en sus manos. Y luego dibuja, y da ideas a su madre acerca de cómo redecorar la casa. Y cocina con ella.
Cuando le hablé de Jodorowsky, de Ken Robinson, y de mi propia opinión al respecto, rompió a llorar y me abrazó como si yo fuera su último salvavidas.
Ánimo, Mónica. Seguro que algo conseguiremos.

cronopia dijo...

Sabía que te gustaría.

Al volver a leerlo , comprobé que al transcribirlo, se colaron varios errores ortográficos por lo que te pido disculpas. Supongo que a ti te pasará lo mismo: yo soy una maniática con las faltas.Deformación profesional.

Eso no ha impedido que lo hayas comprendido y disfrutado .
Doris Lessing me parece una de las escritoras vivas más lúcidas y brillantes del panorama actual. Su periplo vital y literario es muy interesante. Es tan clara y certera en sus reflexiones , que estremece.

Estoy convencida de que la educación está cambiando profundamente, a pesar de las leyes, a pesar de los políticos que las hacen.Nosotros somos la escuela. Nosostros y los niños y adolescentes.
Somos una pieza decisiva para que todo cambie y TODO ESTÁ CAMBIANDO INEVITABLEMENTE.

Mermaid Lullaby dijo...

AMÉN!!!!
Gracias por tu interesantísima contribución!

Ah! Y respecto a los errores: tranquila, a mí me pasa lo mismo... A veces, cuando los advierto, me obligo a NO corregirlos. No quiero que esta "deformación profesional" se llegue a convertir en una obsesión!

Joy B. dijo...

Ana, Mónica, me uno como trío a vuestro dúo, en el que coincido plenamente con la visión de manifestáis con respecto al actual sistema de "domesticación"... pero también a la toma de conciencia de que YA está todo cambiando... y que vamos a asistir a un cambio de paradigma en el que primará la coherencia en el desarrollo personal de la función que cada uno trae a este mundo... cada uno irá investigando y desarrollando sus dones potenciales específicos, a sabiendas de que ni todo el mundo tiene que ser pintor, ni tampoco ingeniero...

Estupendo el texto de Doris, Mónica, y del relato de la mamá preocupada, Ana.

(Ah!.. También soy una puñetera maniática de las faltas!!!)...

Y sí, Ana, ES POSIBLE recuperar la inocencia del niño!
Ocurre cuando de forma consciente, nos damos cuenta de que NUNCA se perdió realmente... tan sólo es la mente condicionada y domesticada la que nos lo hace creer así...
Quita esa creencia, tírala a la basura y la descubrirás ahí!

Y sí, porfa, alguna recetilla fácil... para las que no nos gusta cocinar y priorizamos el tiempo para otros menesteres...

Grazas i gràcies, guapas, con muchos bicos i petons!

Joy B. dijo...

Añado algún blog de profes con nueva visión, por si interesa:
http://ladanzadelavida12.blogspot.com/

A Antonio Javier Roldán le conozco personalmente y ha hecho una guía genial que llama "la pavoteca" sobre el niño adolescente:
http://blog.antoniojroldan.es/

Los dos son muy buenos.

Más besos!

Hotel Existencia dijo...

La ingenuidad de la niñez te la arrebata de un zarpazo el contacto directo con la sociedad en la que vives.
Poco más tengo que añadir después de leer el comentario de Cronopias que me ha parecido genial, excepto remitirme al comentario que acabo de hacer en tu entrada anterior.
Saludos a las tres: Mermaid, Cronopias y Joy.
A ver si me espabilo cuando pase la tempestad que se avecina y empizo a visitar algunos de los blogs que me parecen interesantes, porque eso me demuestran sus regentes.
Besos

Mavi Spagnuolo dijo...

que linda es la inocencia de los niños!! y cuanto nos vamos alejando a medida que nos metemos en las obligaciones de nuestra sociedad!
Besos, mavi

Portal del Temps dijo...

Mermaid, perdóname pero en esta entrada son más interesantes los comentarios que la entrada en sí misma, que ya es difícil porque hay que decir que las entradas tuyas están siempre muy bien trabajadas.

Uniéndome a los comentarios de los sistemas educacionales actuales puedo añadir que más que derruir los sistemas de enseñanza de hoy en día hay que permitir que evolucionen hacia otros estado más aptos para la conciencia social actual. Hoy en día hay una práctica llamada pedagogía sistemica que se ocupa de los niños y de su entorno inmediato es decir escuela y "estructura familiar" cooperando los padres con los profesores desde una perspectiva donde se priorizan la estabilidad y el desarrollo feliz del niño, en todos sus ámbitos. Aquí os dejo un texto del creador de la teoría sistemica, Bert Hellinguer:

- "Sobre la relación de padres y maestros, primero van los padres, después los niños y después los maestros, éste es el orden. Los padres confian a los niños a los maestros, y éstos representan a los padres delante de los niños, tan sólo pueden hacerlo si los padres tienen un sitio en sus corazones. Cualquier maestro que se considere mejor que los padres ya ha perdido.

Un niño quiere a sus padres sean como sean, y no al maestro, primero quiere a sus padres, después al maestro si éste quiere y respeta a sus padres. Muchas veces tenemos una idea extraña, como si nuestra família fuese la correcta y como si eso que es válido en la nuestra, fuese válido para todo el mundo. En realidad nuestra família es una entre un millón, y todas ellas son buenas y correctas y a la vez muy diferentes. Éste es el primer hecho a reconocer, que las diferentes familias son todas válidas y todas las culturas también, son todas formas de existencia y de realizaciones humanas y es muy importante que nuestro maestro respete eso en cada caso. Es necesario que en parte se olvide de sus valores y principios para poder reconocer los valores de los padres. Esta actitud le permite aportar sus conocimientos y encontrar la confianza de los niños estando al servicio de los padres, así puede complementar y completar el trabajo de los padres."

Me encanta este texto porque además lo veo aplicable a todos los ámbitos de la vida.

¡Qué entrada más larga, espero no aburriros! y gracias Mermaid por dejarme ocupar tu espacio y vaya por bandera que no soy maestra, lo he dejado aquí es únicamente algo que encuentro muy interesante y que de ningún modo pretendo criticar el sistema actual ni mucho menos a los maestros sino todo lo contrario.

Mermaid Lullaby dijo...

Estoy totalmente alucinada con vuestros comentarios. Es verdad, la entrada en sí misma era un texto y unas imágenes bonitas, pero sin más pretensiones. Luego llegaron Mónica y Doris Lessing y nos revolucionaron a todas!

Pero, Portal, nadie habla de destrucción, sino precisamente de "concienciación, de cambio de paradigma", como muy bien dijo Joy.

La teoría sistémica me parece preciosa! Exactamente así debería ser la relación niño-padres-maestros. Hace unos años, cuando yo empezaba a dar clases, creo que la habría convertido en mi Biblia particular.
Pero me temo que la práctica profesional me ha demostrado que esa "familia ideal", base de la teoría, no siempre se da en la realidad. De hecho, se da muy pocas veces. Ten en cuenta que te hablo de Secundaria (yo soy profesora en ESO y Bachiller). A esas edades, los niños (adolescentes) ya no quieren a los padres sean como sean. E incluso es mucho más frecuente que acepten las opiniones de los profesores que las de sus propios padres.
Por supuesto, nosotros debemos trabajar junto a los padres, codo con codo, ya que deberían ser ELLOS los principales educadores. Pero cada día nos encontramos con más padres agotados por la rebeldía de sus hijos, y aparentemente más preocupados por su éxito profesional y social, que dedican muy poco tiempo y cariño a sus hijos, y delegan en nosotros. En mi caso, además, el colegio en que trabajo es privado. Pagar una mensualidad relativamente elevada hace creer a muchos padres que eso les exime de otras responsabilidades.
Es muy triste -desesperante- comprobar lo solos que están algunos niños, que pasan del colegio a actividades extraescolares varias, y que llegan a casa extenuados, con el tiempo justo para hacer los deberes, cenar, e irse a dormir. Algunos apenas ven a sus padres en todo el día. Yo, como tutora, he llegado a pasarme semanas "persiguiendo" a los padres de algún alumno a través de llamadas y mensajes, para que vinieran a verme.
Por supuesto que respetamos a los padres, como yo espero que los profesores de mi hija me respeten a mí. Pero cuando tenemos ante nosotros uno de estos típicos casos de "abandono encubierto" no podemos evitar pensar que esos padres no merecen nuestro respeto. Y, a pesar de eso, seguimos trabajando duro. Porque pensamos en sus hijos, no en ellos.

Portal del Temps dijo...

Lamento el comentario sobre la destrucción quizá no me hice entender de la manera más adecuada posible.

Es verdad que tenéis una tarea harto complicada, pues como bien has dicho hay padres y padres y hoy en día se dispone mucho tiempo para trabajar y poco para estar con la familia en algunos casos, aún así los hijos deben de ver las dificultades de sus padres, pues nadie es perfecto aprender de los errores de ellos, para no cometer los mismos y seguirlos queriendo de la misma manera que si fuesen perfectos (sabiendo de sus carencias) pues yo como terapeuta me encuentro en mis consultas múltiples desórdenes, donde la mayoría proceden de conflictos no resueltos con los padres, de la no aceptación de ellos, etc. etc. Si uno no acepta a sus padres tal y como son está renegado de una parte de sí mismo (teniendo en cuenta los muchos dramas familiares que hay, a veces debes alejarte de tus padres pero tu corazón debe estar en paz con ellos)
Por último quiero añadir que es cierto muchos profesores hacéis una labor increíble y lamentablemente muchas veces hacéis de parche, no pretencía con mi comentario hacer una crítica, en absoluto, pues yo también he tenido profesores, de hecho mi pareja es profesor y cada día tengo la oportunidad de ver como ayudáis a crecer y a hacer mejores personas a los niños y no tan niños.

Gracias Mermaid.

Mermaid Lullaby dijo...

No! Yo no entendí tu comentario como una crítica! Me pareció un punto de vista diferente y una aportación muy interesante.

Tienes toda la razón respecto a la importancia de estar en paz con los padres. Eso es una tarea que a algunos les lleva toda una vida!

No sólo los profesores; también los terapeutas tenéis mucho trabajo por delante...

cronopia dijo...

Doris Lessing es maravillosa.

Lo que tú planteas , Mermaid, es la pura realidad.
Yo trabajo en un centro público, con un alumnado procedente de familias de bajo nivel económico y con una conflictividad familiar importante. En estos casos la escuela (los profesores, orientadores, tutores) es decisiva para poder salvarlos del arrinconamiento social al que están condenados. Es una responsabilidad enorme porque se trata de esquivar una situación social y familiar muy injusta e intentar, por todos los medios, ayudarlos a salir adelante. Por eso tenemos que tener siempre los ojos bien abiertos y una sensibilidad muy aguda para llegar a ellos, motivarlos y empujarlos a continuar la carrera de obstáculos que supone ,para estos chicos y chicas , la vida académica.

Os recomiendo la lectura de Mal de Escuela de Daniel Pennac.