martes, 7 de septiembre de 2010

Surgidos del océano.


"El mar y la navegación pueden simbolizar el curso de la vida, sus afanes y sus zozobras. Desde el nacimiento, con la salida del claustro materno, cada uno de nosotros es semejante a una pequeña nave en el océano de la existencia. Aprendemos a navegar, a encontrar buenos fondeaderos donde reposar o "islas afortunadas". El viento de nuestras pasiones impulsa las velas; la mirada, ayudada por el sextante de la inteligencia, calcula posiciones; y la brújula del corazón nos permite orientarnos.
En medio de ese oleaje, la luz del sol durante el día y de las estrellas por la noche nos ayuda a avanzar por este desierto de agua. Sorteando obstáculos, escollos y arrecifes, también puede haber naufragios. Por eso la historia de Ulises, cantada por Homero en la Odisea, es también la nuestra: un periplo lleno de dioses, gigantes y cantos de sirenas que quieren impedir nuestra vuelta a casa, a la Ítaca que simboliza nuestro ser esencial, un lugar de paz en tierra firme.
En todo caso, el mar ejerce siempre una atracción sobre nosotros porque se produce una suerte de identificación: sentimos sus oleaje en su interior y su pulso en la sangre. El susurro del mar, como una nana maternal, tiene el don de apaciguarnos."

Daniel Bonet
Extracto del artículo"La Nostalgia del Mar".
Revista Cuerpomente nº 219.


Venus representada por Botticelli naciendo de una concha sobre la espuma del mar.


Los antiguos vikingos depositaban a sus muertos sobre una barca que liberaban al mar, creyendo que facilitaban así un renacimiento en una isla paradisíaca.


"Surgidos del océano, los ríos vuelven a él y se convierten en el océano en sí mismo. Y de la misma manera que no recuerdan haber sido tal o cual río, así también todas las criaturas de aquí abajo, aunque surgidas del Ser, ignoran que salen del Ser: tigre o león, gusano o mariposa, mosca o mosquito, sea cual sea su condición, todas las criaturas son idénticas a ese Ser que es su esencia sutil."

Fragmento del antiguo texto hindú de la Chandogya Upanishad.


5 comentarios:

Florencia dijo...

Me encanta la conección que haces entre el fragmento de Bonet y el dato histórico sobre los vikingos. Si el oceano viene siendo una alegoría de nuestras vidas, ¿no será una metafora, tambien, del sendero de la muerte?

Anónimo dijo...

´Siempre me sorprenden tus comentarios y tus publicaciones. Eres una gran inspiración para mi

Mermaid Lullaby dijo...

Florencia: Ya lo decía Jorge Manrique: "Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir..."
En realidad, el mar (o "la mar", como dicen los marineros, recalcando su condición femenina), como todo símbolo, tiene dos aspectos aparentemente contrapuestos: por un lado, la vida, y por otro la muerte. De ahí que muchos pueblos en diferentes latitudes prefieran mantener cierta distancia con el mar, en muestra de respeto. Porque el mar, que da la vida, también la puede quitar, de igual forma que el sol (su contraparte masculina) puede dar vida o quemar con sus rayos.
De todos modos, para mí, más que símbolo de vida o de muerte, el mar, siempre en movimiento, simboliza el cambio constante, la transitoriedad de las cosas.
Y, como buena sirena, mi último objetivo es siempre, imitándolo a él, ir disminuyendo esa agitación a medida que voy llegando a mi fondo. El mar, como el ser humano, en lo más profundo, es calma absoluta. Pero hay que atreverse a llegar hasta las zonas abisales, donde ya no te ilumina la luz del sol y sólo cuentas con tu conciencia para iluminarte.


CClaridad: Veo que eres habitual lectora de este espacio, aunque no te conocía. Muchas gracias.

Graciela Bello dijo...

Me quedo con esta frase:
"El susurro del mar, como una nana maternal, tiene el don de apaciguarnos."
En mi caso, que soy signo de fuego, la contemplación del mar me calma de inmediato, me serena, me calla.
Me gustó la conexión entre textos, pinturas e historias tan diversas.

Q dijo...

No me canso de entrar aquí y ver millones de veces las imágenes, y leer las mismas los textos que compartes con nosotr@s.

Muchísimas gracias por haber creado un lugar tan mágico, artístico, espiritual, y encima, de SIRENAS como protagonistas.

Este blog es como un paraíso para mis sentidos. De veras. Muchísimas gracias.

Un besazo