miércoles, 16 de marzo de 2011

Esperanza.



Vengo de dar un paseo por la Luna de mi amiga Mónica, y me he traído conmigo la viva imagen y el aroma de una flor. Luego he pasado por el Hotel de mi amiga Inma, y ella me ha regalado una flor de invierno y unas flores de ciruelo que claramente anuncian la primavera.

Flor a flor, estoy dispuesta a crear mi propio jardín.
Así que hoy, a pesar de las imágenes terribles de la desolación y la catástrofe que asola el Japón, y amenaza con convertirse en un infierno todavía mayor, no quiero caer en el pozo de la desesperanza y el derrotismo cobarde e inútil.
Yo también quiero regalar un atisbo de esperanza. Porque, junto al dolor de la pérdida, junto a las centrales nucleares, todavía hay seres humanos que valoran su propia vida y la de los demás, que crean, preservan, y no destruyen.
No puedo dejarme vencer, porque estoy viva. Y porque tengo hijos. Y ellos deben todavía tener la oportunidad, como yo la he tenido, de conocer y disfrutar las maravillas de las que el ser humano es capaz.

Hoy traigo algo que quiero que vean mis hijos. Y los hijos de sus hijos.




Casa enterrada, con huella de carbono cero, ispirada en el neolítico.

Este proyecto de diseño funcional y consumo de energía mínimo tendrá una huella de carbono neutral.


La casa tiene unos 750 metros cuadrados en una planta y será construida en Bolton (Reino Unido).


Se ha tenido en cuenta el impacto ambiental del proyecto en todos sus aspectos. Está integrada en el paisaje, la posición y orientación están pensadas para minimizar el consumo de energía, los materiales de construcción son locales.


La calefacción será de origen geotérmico y la energía se obtendrá de paneles solares y un aerogenerador.


El estudio de arquitectura Make Architects, responsable del proyecto, dice que se ha inspirado en las ruinas de un asentamiento del neolítico: Skara Brae, situado en las Islas Orcadas.
Su construcción comenzará este año.


8 comentarios:

Isabel Soriano dijo...

Lástima que no haya terreno suficiente para hacer así todas las viviendas del mundo. ¿Donde sinó, construirían tantas casas para todos los que viven en rascacielos?
Una idea excelente.
Saludos.

cronopia dijo...

Te traigo este haiku, como una flor recién cortada.

Kobayashi Issa (1763-1828)


Un mundo
que sufre
bajo un manto de flores

Mermaid Lullaby dijo...

Sí, es una lástima que no podamos disfrutar todos de viviendas y vidas más dignas. En cualquier caso, la idea es un verdadero sueño (que se va a hacer realidad, por otra parte).


Mónica: No voy a añadir nada. Ese haiku lo dice todo. Besos.

Hotel Existencia dijo...

¿Puedo regalarte más flores para tu jardín?
La verdad es que vivir en una sintonía mayor con la naturaleza sería uno de nuestros mayores retos, si nos lo hubieramos planteado, pero hay tantos problemas en el horizonte; tantos retos que ya lo son y que no somos capaces de superar, que imagino que aún tardaremos mucho en plantearnos una posibilidad como la que planteas.
Al margen de la realidad, me parece un bonito sueño y es bueno que haya personas, como tú, que crean en él y estén dispuestas ha crear un jardín, aunque tengan que traerse las flores de una en una.

Mermaid Lullaby dijo...

Inma: tienes la puerta abierta para venir y plantar tú misma las flores que quieras.
Lo de soñar, yo no me lo planteo como una posibilidad entre otras, que yo que escojo. Es una auténtica necesidad. No tengo alternativa. Si me limito a poner los pies en el suelo, me mustio, me seco, y me muero.

Hotel Existencia dijo...

Tienes razón, yo no sería capaz de existir sin sueños, sin dejar que mis alas vuelen y me eleven por encima de la cotidianidad.
Me he tomado muy en serio lo de plantar flores en tú jardín y en el mío también, plantar flores en todo el mundo...

ॐ Palabras Andantes dijo...

la idea es maravillosa, pero necesita 750 m2, frente al modelo que dicen los políticos que 35 m2 es suficiente...
no obstante, nos queda la esperanza de un mundo mejor!

Joy B. dijo...

Preciosa idea, Sirena, y estupendo que nos lo muestres.

Como bien dices, es necesario elevarse un poquito por encima de lo cotidiano para vivir... o vivir bajo una flor...

Un abrazo grande (con mi izquierda...)