lunes, 30 de noviembre de 2009

Es hora ya...



Fito Espinosa


Es hora ya de levantar el vuelo,
corazón, dócil ave migratoria.
Se ha terminado tu presente historia,
y otra escribe sus trazos por el cielo.


No hay tiempo de sentir el desconsuelo;
sigue la vida, urgente y transitoria.
Muda la meta de tu trayectoria,
y rasga del mañana el hondo velo.


Si el sentimiento, más desobediente,
se niega al natural imperativo,
álzate tú, versátil y valiente.


Tu oficio es cotidiano y decisivo:
mientras alumbre el sol, serás ardiente;
mientras dure la vida, estarás vivo. 


Antonio Gala

domingo, 29 de noviembre de 2009

Bird on the wires.


Jarbas Agnelli, músico y director de cine, se fijó un día en una fotografía que aparecía en el periódico: unos pájaros en el tendido eléctrico. Seguramente otra persona no hubiera visto nada más, pero él vio notas en los pájaros, un pentagrama en los cables. Así que recortó la foto, se sentó al piano y comprobó qué habían compuesto los pájaros. Con unos arreglos de corte clásico, éste fue el resultado:


Las tres edades de la mujer.

Gustav Klimt (1862- 1918).
El mundo, en la obra de Klimt, tiene rostro de mujer. Siempre sensual, a menudo misteriosa, a veces terrorífica, la feminidad está omnipresente en su obra. Taciturno, rozando a veces la grosería, los allegados de Klimt lo describían como torpe en la vida, un solitario al que no le interesan las obligaciones sociales y que únicamente encuentra la felicidad en su trabajo.


"Las tres edades de la mujer"
Gustav Klimt, 1905

Galleria Nazionale d´Arte Moderna, Roma




Un niño se ovilla junto a su madre. Los dos están dormidos y se funden en un abrazo tierno y conmovedor. Acurrucado contra el escaso pecho materno, el pequeño parece impregnarse de quien le ha dado la vida, de su calor y su amor.
Como siempre en Klimt, los elementos decorativos más oníricos se mezclan con detalles hiperrealistas: el dedo pequeño del niño aparece un poco separado, como para captar mejor la dulzura tibia de la piel materna. Su cabello está despeinado, ensortijado y pegado a la piel por la transpiración del sueño. La cabeza encajada en el hombro, para formar mejor un cuerpo con su madre.
El niño absorbe, y la madre protege. La madre le alimenta, corazón contra corazón. Y, cabeza contra cabeza, parece transmitir al niño que él es su pasado y su futuro. En esta escena hay una herencia y una promesa…

 “¿De dónde sacamos ese concepto de felicidad? Si reside en nuestra memoria es que hemos sido felices en otro tiempo.”
San Agustín

Hoy día sabemos que los alimentos afectivos resultan indispensables para el ser humano. Privados de afecto, los niños mueren, ya sea desde el punto de vista físico o psíquico. Y los adultos en que se convertirán los que sobrevivan tendrán dificultades para encontrar la felicidad.
Quizá ser feliz es recuperar, despertar el recuerdo de la felicidad pasada, de la primera felicidad que se sintió: la de ser amado y protegido. Las felicidades de la infancia permiten acceder más tarde a todas las formas de felicidad adulta.

Pero si no se ha tenido la suerte de recibir a una edad muy temprana la huella de la felicidad, no queda más remedio que ponerse a trabajar. Siempre es posible aprender la felicidad, aunque ésa no haya sido nuestra “lengua materna”. Porque la felicidad no se fundamenta sólo en un depósito más o menos grande de recuerdos. También implica una voluntad, predisposición, y el deseo de sentirse feliz, y hacer esfuerzos para lograrlo.




Si ampliamos el campo de visión en el cuadro de Klimt, alrededor de la madre y el niño, descubrimos un universo inquietante: enormes zonas oscuras, la penumbra, el cuerpo estropeado de una anciana, …

La vida humana es dura, trágica en ocasiones; el tiempo que pasa siempre deja herida en nuestra carne. ¿Cómo resistir a la melancolía, a la desesperación?
Precisamente gracias a esa búsqueda obstinada, torpe en ocasiones, de trascendencia, de plenitud, que vamos persiguiendo, y que a veces encontramos en el sentimiento de la felicidad. Gracias a esa convicción casi animal de que la felicidad existe y que, por lo tanto, no es algo alocado ni vano buscarla.

 “La felicidad, idea animal…”
Paul Valéry

Ser feliz no es un lujo, sino una necesidad. Es lo que hace psicológicamente posible la vida.

“La felicidad no es el fin, sino el medio de la vida.”
Paul Claudel

viernes, 27 de noviembre de 2009

Yoko Furusho.

"Melancholy of a Japanese girl"

"Treasure"

"Melting Earth"

"Love"

"Headfone Dreamy"

"Everything is connected"

"The world inside my head"

"Girl singing in Hawaii"

"Seven Deadly Sins"

"Bells and whistles"

"Windpower"

"Beauty"

Yoko Furusho es una joven artista japonesa, formada en Nueva york. Fascinada e inspirada por la moda y los estampados, ilustra principalmete con acrílicos y tinta. Ha trabajado para numerosas revistas y periódicos y, pese a su juventud, ya ha sido galardonada con algunos premios. Ha expuesto principalmente en Tokyo, su ciudad natal, y Nueva York.

www.yokofurusho.com

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Inma Valderas y el mar.

Fotos: La Renegá (Benicàssim, Castellón)
Autora: Inma Valderas
http://inmavalderas.blogspot.com/




Des de Mallorca a l'Alguer

(Canción popular sarda, adaptada al catalán por Albert García)


Gavines i Dragons – Gaviotas y dragones (1987) - Maria del Mar Bonet

Des de Mallorca a l'Alguer
els mocadors dels vaixells
van saludant-se a ponent,
les oliveres al vent,
antiga boira del cel,
fent papallones de verds.

Des de Mallorca a l'Alguer
la lluna diu cada nit:
"es mor la mar lentament".
El sol respon als matins:
"el foc avança roent,
per les muntanyes que veig".

Vella remor de la mar:
les illes s'hi van gronxant,
i avui s'agafen les mans
des de Mallorca a l'Alguer.

Els mots que canta la gent:
vives paraules que entenc,
que tots parlam es mateix.


Desde Mallorca a Alghero / los pañuelos de los veleros / van saludándose al poniente / los olivos al viento, / antigua niebla del cielo, / haciendo mariposas verdes.

Desde Mallorca a Alghero / la luna dice cada noche: / “el mar se muere lentamente” / El sol responde en las mañanas: / “el fuego avanza, mordiente, / por las montañas que veo.”

Viejo rumor del mar: / en él se acunan las islas, / que hoy se dan la mano / desde Mallorca a Alghero.


martes, 24 de noviembre de 2009

Jimmy Liao

Jimmy Liao es uno de los ilustradores asiáticos más famosos en la actualidad. Sus libros se han traducido al español, al francés, al griego, al inglés, al coreano, al tai, al japonés y al alemán, entre otros. En este caso, cantidad no está reñida con calidad. No hay más que echar un vistazo a Desencuentros o El sonido de los colores.

Éste es un cortometraje ganador del premio de Berlín en el 2007, basado en un cuento de Jimmy Liao.



Carl Larsson

"Desayuno al aire libre"

Carl Larsson (Estocolmo, 1853- Falun 1919) fue un pintor y diseñador de interiores sueco.
Su infancia fue un continuo ir y venir rodeado de miseria: sus padres carecían de ingresos económicos y apenas podían mantener a Carl y a su único hermano, Johan. El cólera, la enfermedad, la vida en los barrios bajos y la suciedad eran constantes en el entorno del joven Larsson.

"La recolecta de las manzanas"

Por suerte, en1866 tuvo la oportunidad de ir a la Academia de Arte de Estocolmo; en este curso preparatorio obtuvo hasta 12 medallas por su calidad como dibujante, pudiendo así optar a un curso de dibujo antiguo. Durante de la década de los setenta del siglo XIX, estuvo realizando numerosas ilustraciones para libros; sin embargo, alrededor de1877, tras viajar a París por primera vez, se ve sumido en la pobreza e incluso piensa en el suicidio.

"Hilda"

Sin embargo, dos años después cambia su suerte al conocer a la que será su musa y gran apoyo moral para el resto de su vida, la también artista Karin Bergöö. Después de conocerla y casarse con ella, comienza a recibir encargos, y realiza varios viajes que ayudan a conformar su talante artístico.

"Rincón del descanso"

En 1888 la familia Larsson se establece en la idílica Lilla Hyttnäs, una villa en Sundborn, aún hoy en pie, la cual reflejó innumerables veces en sus acuarelas, como símbolo de la felicidad familiar y de la prosperidad, premio a su infancia y adolescencia miserable y empobrecida.

"Lisbeth prepara el baño"

En sus ilustraciones representaba a su esposa y a los siete hijos que tuvo con ella: Suzanne, Ulf, Pontus, Lisbeth, Brita, Kersti y Esbjörn.

"Cuentos de hadas"

Su principal objetivo como artista era representar el "lado amable de la vida", después de toda una época de penurias: escenas cotidianas, cargadas de ternura y calidez, de su esposa con sus hijos, los niños jugando, los veranos en la playa, interiores del hogar, etc.

"Nuestro Ángel guardián"

El personal estilo de decoración de Karin y de Larsson dio como fruto una manera completamente moderna de acondicionar y estructurar una casa, de forma que fueron considerados verdaderos "diseñadores" de interiores, adelantados a su tiempo: colores cálidos, interiores plenos de luz, vajillas sencillas y demás detalles contrastaban con el estilo oscuro, recargado y victoriano de otros hogares de la misma época.

"Tocando escalas"

Larsson trabajó principalmente a la técnica de la acuarela, siendo más del noventa por ciento de sus trabajos totales.

"Después del baile"

"Ett hem åt solsidan" ("Una casa al sol") es un libro publicado por Carl Larsson en 1909, y que se hizo famoso desde su publicación. Esos “seres felices”, como concebía Larsson a su familia y a sí mismo, y a quienes describió una y otra vez con palabras e imágenes, esta “felicidad” sigue fascinando hoy día.

"Escribiendo cartas"

“Cuando cruzas el umbral de esta casa te hallas entre seres felices. Por otra parte, no hay nada más notable aquí, excepto la propia cabaña”.

Larsson no sólo nos ofrece un sermón: amar a los niños, a los hombres, a la naturaleza, a todas las cosas. Se trata de toda una filosofía de vida, claramente influida por escritores filosóficos muy leídos por aquel entonces, como Emerson o Ruskin, y con la que hoy día nos resulta difícil entusiasmarnos. Y sin embargo, muchos de sus ideales siguen siendo válidos: sencillez, naturalidad, humanidad.

"Deberes"

Los cuadros de Larsson hablan con encanto ingenuo y sincero de cómo vivía esta familia en una casa de madera pequeña y humilde en el sur de Suecia, y sobre todo de cómo se relacionaban entre sí. Larsson fue, ya en vida, el pintor más famoso de su país, y conquistó también internacionalmente un lugar entre las épocas y los estilos.

"Rosa y espalda"


http://www.scandinaviantreasures.com/


Casa de Carl Larsson en Sundborn (Suecia)

"La casa de campo"


Fuente: Wikipedia / "Carl Larsson-Fünfzig Gemälde", K.R.Langewiesche

domingo, 22 de noviembre de 2009

Frágil.


Esta mañana he tenido un bebé en mis brazos. Sólo tenía unas semanas de vida. Mientras lo sujetaba, él agarraba con fuerza uno de mis dedos, mirándome con unos ojitos curiosos y tiernos, tan nuevos, que ni siquiera habían adoptado todavía su color definitivo. Cuando lo he depositado de nuevo en el regazo de su madre y he tenido que soltar esa manita, que seguía asiéndome con fuerza, he tenido la certeza absoluta de que se trataba de un ser único y singular, necesitado además de enorme protección.

De forma instintiva, los seres humanos preservamos la vida. Y en esto coincidimos con nuestros amigos, los animales. Los seres humanos, además, solemos sentir amor y empatía hacia cosas delicadas e indefensas. Expresamos así nuestra sensibilidad, que nos humaniza y nos habla de la atención que lo frágil despierta en nosotros.

“La vulnerabilidad es la clave de nuestra capacidad humana de empatía; nuestra capacidad de sufrir, pero también de experimentar alegría; de dolor, pero también de compasión; de soledad, pero también de conexión. Es el corazón abierto, frágil pero fuerte, fácilmente herido pero capaz de gran compasión y amor. El intento de controlar la vulnerabilidad es comprensiblemente humano. Al mismo tiempo, ese tipo de control nos cierra y deja fuera una gran parte de la maravilla de estar vivos, del misterio del cosmos. Disminuye nuestra capacidad de vivir y de escuchar lo que la vida nos enseña”

Miriam Greenspan


La fragilidad de la vida se expresa en su misma provisionalidad. Y aunque crezcamos, seguimos siendo frágiles: San Pablo decía que llevamos un tesoro de gracia en vasos de barro.
Antonio Machado
recuerda que todo pasa, y que a la vez todo queda…

“Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,

caminos sobre el mar.


Nunca perseguí la gloria,

ni dejar en la memoria

de los hombres mi canción;


yo amo los mundos sutiles,

ingrávidos y gentiles,

como pompas de jabón.”


Y es precisamente la atención hacia la fragilidad de la vida lo que ayuda a degustarla mejor. Nuestra fragilidad acaso no sea una razón para avergonzarse, sino la clave de nuestra fuerza.


"...On and on, the rain will fall, like tears from a star, like tears from a star, on and on, the rain will say how fragile we are, how fragile we are..."

"...La lluvia seguirá cayendo como lágrimas desde una estrella, la lluvia nos seguirá diciendo lo frágiles que somos..."

Dominical.

Un poema dominical

De sol y arena.

Una playa

Bañada en luz otoñal

cercana a la primavera.

Luz que se escapa

a cada instante,

y la belleza

de la ingenuidad,

agazapada.

La paz de los libros.

Sueños, y más sueños tejidos

al abrigo del agua caliente.

Aromas en la piel,

que se adormila, tranquila,

en la tarde silenciosa.

Sestea el domingo

tras la ceremonia de té,

se estira y despereza

despreocupado.

Melancolía y descanso.

Hoy, aquí,

se ha detenido el tiempo,

Como todas las tardes

De todos los domingos

En todas las casas...

viernes, 20 de noviembre de 2009

El Sirénido.

"Los cómplices"
Manuel Montiel


EL SIRÉNIDO

Algo extraño y kafkiano sucedió

mientras solo soñaba: De repente,

una pierna a la otra, mansamente,

fresca malla de escamas adhirió.


Sumergí mi egoísmo y, sangre yo,

me sentí como pez en tu corriente:

Chapoteo dichoso y fiel, ferviente.

Y el barullo, atrajo a los del zoo.


Tomé oxígeno en pos de libertad,

cuando tres leucocitos bigotudos

me tomaron por virus enemigo.


Recalé en la armonía de tu faz.

Y huí, sin peligro, a siete nudos,

al Caribdis sereno del ombligo.


Elio Milay
(marzo, 2003)

"La yaya" - Cuento


LA YAYA

Recuerdo con nitidez aquella tarde de invierno. Era el momento del atardecer en que comienzan a encenderse las luces de todos los hogares. Sin embargo, en aquella casa, todo permanecía en penumbra, en silencio.
Me veo avanzar, con la timidez de mis pocos años, por el estrecho y largo pasillo. Recuerdo todavía con mayor intensidad el peculiar aroma que claramente se percibía al pasar justo delante del dormitorio de mi abuela: Una mezcla de lavanda, alcanfor y medicinas, que flotaba siempre alrededor de la yaya. Desde la puerta, distinguía sobre la pared cubierta por un antiguo papel pintado los viejos retratos: mi abuelo, sentado en una silla plegable a la misma orilla del mar. Mi padre sentado en sus rodillas. El mismo gesto serio en los dos rostros bronceados. Luego la foto de boda de mis abuelos: él sentado, ella de pie con la mano en su hombro. Ambos de negro. Enmarcado también, un dibujo a plumilla firmado por mi padre: la playa, una barca, gaviotas. A los pies de la cama, ropa recién planchada. Su ropa. La de aquella mujer cuya sola presencia había bastado hace años para iluminar cualquier rincón de la casa.

Del salón provenía un crujir de madera que yo conocía muy bien. Me apoyé en el marco de la puerta y observé en silencio. Allí estaba mi abuela, ajena a mi presencia, sentada en su vieja mecedora, balanceándose rítmicamente y escrutando el infinito a través de los grandes ventanales. Era una mujer fuerte, pulcra. Recogía su blanquísimo cabello, que nunca quiso tintar, en un moño alto, y nunca le conocí otra vestimenta que aquellos sobrios vestidos oscuros que ella misma cortaba y cosía. Tenía anclado en la cara un gesto permanentemente triste, una expresión de sufrimiento, de llanto contenido. Había sobrevivido a su marido y a tres de sus cinco hijos, y las ganas de vivir se le habían ido escurriendo, como arena entre los dedos. Y aunque mi propia mirada, mi piel tan blanca, cada una de mis habilidades, no hacía más que recordarle a aquel hijo muerto, nadie mejor que ella sabía acogerme en su regazo, ahogando su pena apretándome contra ella ("la meua xica, la meua xica,…"). Así disolvía también mis pequeños disgustos, mis rabietas y alguna que otra nostalgia indefinida, cambiándolas por una sensación de seguridad, de paz y de protección absoluta.


Aquel día, sin embargo, no me atreví a acercarme. Me senté en el suelo, agazapada detrás de un enorme butacón, y me quedé allí quieta, muy quieta. Algo me asustaba en el rostro de mi abuela. Una terrible sombra se le había instalado en la mirada. De pronto advertí las lágrimas que brotaban también silenciosas, con calma, resbalando sin descanso por cada uno de los surcos que los años habían forjado en su cara. Lágrimas al fin libres, pero amargas. Allí, desde mi escondite, confundida y asustada, sentí un terrible vértigo. Algo se estaba rompiendo en mi vida, algo que yo ni siquiera comprendía. Sólo sabía que ella lloraba. Me sorprendió entonces una dolorosa sensación de soledad, de indefensión, de impotencia. Un miedo que me atenazaba la garganta. Y supe de algún modo que pronto iba a perderla.

Todavía creo oír a veces el chirriar de la vieja mecedora. Todavía me estremezco al recordar aquella tarde en la que las luces de la casa de mi abuela permanecieron toda la tarde apagadas. Aquella tarde extraña y oscura. Aún hoy me parece percibir en ocasiones el familiar aroma a lavanda, alcanfor y medicinas.

Y sé que ella vuelve, a veces. Siempre escoge ese momento de la tarde en que comienzan a encenderse las luces de todos los hogares. Entonces, me quedo en silencio, observo la tarde que se va, se va, ... y la despido. Ellas se van muy juntas, se deslizan hacia el horizonte, fieles amigas, bien cogidas de la mano.
Y me dejan aquí, más consciente que nunca de su ausencia, escrutando el infinito, sola, y manejando nostalgias.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ternura.

"Ternura"
Yahaira Valverde


"En el arte, como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza."

Oscar Wilde

"La ternura es el reposo de la pasión."

Petrus Jacobus

¿Arte????


"El arte, esa nueva y tiránica religión que se sitúa por encima del bien y del mal, y es indiferente al hombre, al placer, al dolor, a la moral, a la vida y a la muerte."

Gil Bejes Sampao

“Guillermo Vargas Habacuc es un costarricense que dice ser artista. En agosto hizo una exposición en una galería de Managua y, tras atar a un perro a una pared, lo dejó morir de hambre. Según él, esa sádica, bárbara y necia obviedad era una manifestación artística. En Internet pueden verse fotos estremecedoras del pobre animal.

El repugnante montaje de Habacuc reabre la cuestión de los límites del arte, o cómo bajo la excusa del hecho artístico se pueden cometer todo tipo de tropelías que en realidad sólo buscan llamar la atención y sólo son puro narcisismo patológico.

Hace dos años, una exposición del Reina Sofía de Madrid incluyó un vídeo de 53 minutos en donde se veía matar a martillazos a una vaca; y lo peor fue que el Consejo de Críticos de Artes Audiovisuales sacó un comunicado en defensa de “la libertad creativa”.

Qué triste que, justamente aquellos que deberían estar reflexionando sobre el arte, sobre su sentido y sus fronteras morales, prefirieran abdicar del pensamiento y cultivar el corporativismo y el lugar común.

¿Pero qué demonios es la libertad creativa? ¿Les parecerá creativo matar de hambre a un perro?

Y entonces, ¿por qué no hacer arte de atormentar a un niño, por ejemplo? Aterrorizar a un crío durante horas, ¿no revelaría muy creativamente el sustrato referencial del miedo arquetípico y otras mentecateces semejantes?

El caso Habacuc roza una cuestión aún más esencial, una de las fronteras de la civilidad del siglo XXI: la comprensión de nuestra continuidad orgánica con el resto de los animales, y la certidumbre de que no seremos capaces de respetarnos a nosotros mismos si no respetamos a los demás seres vivos (igual que, tras la Revolución Francesa, hubo que aprender que la libertad del hombre sólo se podía conseguir si también englobaba a la mujer).”


Fragmento de un artículo de Rosa Montero (noviembre, 2007)

http://video.bugun.com.tr/bugunPlayer.swf?file=dagilfilm.flv


martes, 17 de noviembre de 2009

Ser tú mismo.

"La isla"
Fito Espinosa

“To be yourself in a world that is constantly trying to make you something else is the greatest accomplishment.”

"Ser tú mismo en un mundo que está constantemente intentando hacer de ti alguien diferente, es el mayor de los logros."

Ralph Waldo Emerson