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jueves, 8 de julio de 2010

Eres de pan.

"Pierrot´s Embrace"
Guillaume Seignac

Soneto XIII

(Sonetos de Amor)

La luz que de tus pies sube a tu cabellera,
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.

La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.

Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,

una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.

Pablo Neruda


viernes, 18 de junio de 2010

Hija del mar y prima del orégano.

"La Ola"
Guillaume Seignac



Eres hija del mar y prima del orégano,
nadadora, tu cuerpo es de agua pura,
cocinera, tu sangre es tierra viva
y tus costumbres son floridas y terrestres.
Al agua van tus ojos y levantan las olas,
a la tierra tus manos y saltan las semillas,
en agua y tierra tienes propiedades profundas
que en ti se juntan como las leyes de la greda.
Náyade, corta tu cuerpo la turquesa
y luego resurrecto florece en la cocina

de tal modo que asumes cuanto existe
y al fin duermes rodeada por mis brazos que apartan
de la sombra sombría, para que tú descanses,
legumbres, algas, hierbas: la espuma de tus sueños.


Soneto XXXIV

Sonetos de Amor
Pablo Neruda



Gracias...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Acostada en la luz del mar.



 
Una de las caracolas de Neruda, con dedicatoria de Rafael Alberti.

"La caracola espera el viento
acostada en la luz del mar..."


P. Neruda


"Lo mejor que coleccioné en mi vida fueron mis caracolas. Me dieron el placer de su prodigiosa estructura: la pureza lunar de una porcelana misteriosa..."

Recolectar caracolas fue casi una obsesión para Pablo Neruda. En su búsqueda de nuevas piezas, rastreó mercadillos de todo el mundo, exploró playas bañadas por los diferentes océanos y utilizó las mañas necesarias para que amigos o conocidos le obsequiaran con piezas únicas.

Ahora, parte de este tesoro que el poeta reunió durante 20 años y que le sirvió de inspiración, se despliega por primera vez ante el público. La cita es en Madrid, en la sede del Instituto Cervantes, que acoge, hasta el 24 de enero, 453 de las casi 9.000 caracolas que el poeta donó a la Universidad de Chile en 1954 gracias a la exposición 'Amor al mar. Las caracolas de Neruda', organizada por el Instituto Cervantes, la Embajada de Chile en España y la Universidad de Chile.


Las piezas desembarcadas en Madrid son las más espectaculares y el visitante puede observarlas mientras recorre las curvas del océano improvisado de la sala con el sonido del mar de fondo o escuchando, como salida de una caracola, la voz del premio Nobel de Literatura recitando sus poemas.
"Neruda encontró en las caracolas una inspiración constante, el asombro frente al prodigio extraordinario de la naturaleza”, explica Pedro Núñez, comisario de la exposición.


El poeta encontró en sus caracolas la metáfora de la diversidad del mundo a pesar de las rígidas proporciones matemáticas que rigen su estructura espiral. Una cuestión que abordó en su poesía, también sacudida por la omnipresencia de un mar que conoció con 15 años. Las piezas proceden de todos los mares y están ordenadas por su origen geográfico, un laberinto de espirales que la naturaleza ha moldeado creando lo que los expertos llaman "proporción áurea" que Neruda también refleja en sus poemas.

"Incluso antes de conocerlo, Neruda ya presentía la importancia que el mar tendría en su poesía. Su encuentro con él cambió su visión del mundo", afirma Núñez. Quizás por eso coleccionara todo tipo de objetos relacionados con los océanos, desde mascarones de proa hasta barquitos en botellas.


Pero la joya de la corona eran las caracolas. La pasión de Neruda era tal que se hizo experto de la malacología. Poseía libros -algunos presentes en la muestra- y mapas de especies.
De su colección forman parte piezas exuberantes o modestas, de formas barrocas o de una transparente sencillez. Algunas tienen grabadas inscripciones o retratos. Muchas, las recibió de personajes como Mao Ze Dong o Rafael Alberti.

Un grupo de caracoles terrestres fluorescentes en una vitrina recuerdan el asombro que deslumbró al escritor cuando contempló su colorida luz 'adornando' un arbol en mitad de la noche cubana. "Neruda le pidió a su compañera, Delia del Carril, que vaciara su bolso para poder seguir metiendo caracoles", comenta Núñez.

(Información extraída de "El País Digital" y "El Mundo Digital")



Otra de las 400 caracolas que forman parte de la exposición.


Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta!

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.

Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y muriendo!
Así en horas profundas sobre los campos
he visto doblarse las espigas en la boca del viento.


 P.Neruda



Me han traído una caracola.

Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua
con pececillos
de sombra y plata.


Me han traído una caracola.

F.García Lorca

Delante del espejo en el dormitorio de mis padres había
una caracola rosa. Solía acercarme a ella de puntillas y con un
repentino movimiento ponérmela en la oreja. Quería pillarla
en ese momento, cuando no siente añoranza con su monótono
susurro. Aunque era pequeño, sabía que, incluso cuando se
ama mucho a alguien, a veces sobreviene el olvido.

Zbigniew Herbert




Tres de las caracolas de la colección privada de Ana-Mermaid (que crece y crece sin parar, y adquiere nuevos y valiosos ejemplares cada vez que va a pasear a la playa con su sirenita...)

lunes, 26 de octubre de 2009

Mar de otoño.

Fotos Mermaid

Fragmentos de “Oda al mar”

Pablo Neruda


Aquí en la isla

el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
(…)

Padre mar, ya sabemos
cómo te llamas, todas
las gaviotas reparten
tu nombre en las arenas:
ahora, pórtate bien,
no sacudas tus crines,
no amenaces a nadie,
no rompas contra el cielo
tu bella dentadura,

(…)










domingo, 28 de diciembre de 2008

Oda a la manzana. Pablo Neruda.


A ti, manzana,
quiero celebrarte
llenándome con tu nombre la boca,
comiéndote.

Siempre eres nueva como nada
o nadie,
siempre recién caída
del Paraíso: plena
y pura mejilla arrebolada
de la aurora!

Qué difíciles son
comparados contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos tenebrosos,
las huesudas ciruelas,
los higos submarinos.

Tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso de la vegetación.

Cuando mordemos
tu redonda inocencia
volvemos por un instante
a ser también
recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.

Yo quiero una abundancia total,
la multiplicación de tu familia,
quiero una ciudad,
una república, un río Mississipi
de manzanas,
y en sus orillas quiero ver
a toda la población del mundo unida,
reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.

jueves, 18 de septiembre de 2008


...Junto al mar en otoño,

tu risa debe alzar

su cascada de espuma,

y en primavera, amor,

quiero tu risa como

la flor que yo esperaba,

la flor azul, la rosa

de mi patria sonora...


Pablo Neruda

lunes, 9 de junio de 2008

No te impidas ser feliz.


Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión
y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante
cuando esta infeliz con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite,
ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...

¡Vive hoy!¡Arriesga hoy!¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!

Pablo Neruda

miércoles, 5 de marzo de 2008

La bandera. PABLO NERUDA

Levántate conmigo.

Nadie quisiera como yo quedarse
sobre la almohada en que tus párpados
quieren cerrar el mundo para mí.
Allí también quisiera
dejar dormir mi sangre
rodeando tu dulzura.

Pero levántate,
tú, levántate,
pero conmigo levántate
y salgamos reunidos
a luchar cuerpo a cuerpo
contra las telarañas del malvado,
contra el sistema que raparte el hambre,
contra la organización de la miseria.

Vamos,
y tú, mi estrella, junto a mí,
recién nacida de mi propia arcilla,
ya habrás hallado el manantial que ocultas
y en medio del fuego estarás
junto a mí,
con tus ojos bravíos,
alzando mi bandera.