¡Feliz Navidad!

¿Habéis conseguido alguna vez descubrir la presencia de la Navidad escondida detrás de los turrones, de las calles iluminadas, del consumismo exagerado y de las reuniones familiares en las que a menudo no son (tus personas preferidas del mundo mundial) todos los que están ni están todos los que son?
Yo creo que se puede conseguir. Pero hace falta mucha atención. Cerrar los ojos de vez en cuando y recordar...
Reconozco que para mí es fácil. Miro los ojitos de Marina, tan dispuestos siempre a ver la magia en todas partes, y recupero la capacidad de maravillarme.
Pero estoy convencida de que todos podemos todavía vivir la Navidad más allá de los tópicos (y sin renunciar a esas tradiciones, que son también bonitas de conservar).
Recuérdate a ti mismo/a. Sé niño/a otra vez y respira profundamente el ambiente navideño, la llegada inminente de los regalos, la promesa del nuevo año que se acerca, un año en el que vas a crecer, y en el que vas a tener tantas nuevas oportunidades, ...
Te deseo que estés en paz contigo mismo/a, que consigas rodearte de aquellos que te ayuden a conservar e incluso acrecentar esa paz, tan necesaria.
Paz a los hombres y mujeres de buena voluntad. A la gente como tú.

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!