Me han traído una caracola.
Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua,
con pececillos
de sombra y plata.
Me han traído una caracola.
Federico García Lorca
Y me he quedado con la voz de esa sirena -la voz apenas- como se quedan los marinos oyendo el mar desde la arena.
“El primer día de travesía Matthieu se dio cuenta de algo que le supuso una verdadera revelación: el sonido del mar igualaba al silencio. Por muy estruendoso que pudiera llegar a ser incitaba a pensar, a sentir, a crear. A cada momento el agua se arqueaba como para embestir, y a veces culminaba el ataque y se deshacía en siseos de espuma, mientras que otras se tranquilizaba y volvía a fundirse en la masa inmensa en cuyo interior todo eran murmullos de algas y miradas de peces que se acercaban al barco con enérgicas sacudidas de la cola.
El mar era silencio. Matthieu pellizcaba un par de cuerdas del violín y respiraba hondo. Tenía la sensación de que, para componer una nueva pieza, le bastaba con estirar el brazo y alcanzar las notas que ya estaban allí, esperándole desde el soplo divino al principio de los tiempos, aquel que llegó cargado de toda la música pasada y futura.”
Fragmento de “El Compositor de Tormentas”
¿Quién no tomará pluma, ante la luna de hoy?
Uejima Onitsura
Habiendo mirado fijamente a la luna, yo parto de esta vida con una bendición.
K. No Chivo
Flores en primavera, la luna en otoño, una brisa fresca en verano, nieve en invierno. Si tu mente no está ocupada de cosas innecesarias, ésta es la mejor estación de tu vida.
Wu Men Kuan
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.
Eduardo Galeano
Yo aquí vine a los límites / en donde no hay que decir nada, / todo se aprende con tiempo y océano, / y volvía la luna, / sus líneas plateadas / y cada vez se rompía la sombra / con un golpe de ola / y cada día en el balcón del mar / abre las alas, nace el fuego / y todo sigue azul como mañana.
Pablo Neruda
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna.
Gustavo Adolfo Bécquer
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Jorge Luis Borges.
2 comentarios:
Ay qué cosa tan bonita... Ya me has dado una idea. Haré un retrato azulín de Federico! Seguro que queda maravilloso.
Ay qué bonito es todo lo que escribía... Mi poeta preferido desde siempre. ¡Lo adoro!
Y con qué foto tan maravillosa lo has ilustrado... Oye, una pregunta... ¿Los Reyes Magos te regalaron pilas Duracell?
Haberme avisadoooooooooo... Pensé que las fiestas te habían dejado sin energías y mira tú. Esto es un no parar. Y te soy sincero: A mi juicio cada entrada es un nuevo tesoro.
En este blog no sólo mantienes el altísimo nivel y la calidad humana que me atrajeron desde que entré por primera vez, sino que los refuerzas día a día.
Hoy no pude irme a dormir sin dejar constancia de mi cariño por este poema. En tu blog y con esa foto preciosa, no hay sitio donde se vea más bonito.
¡Viva Federico!
¡VIVA!
Uno de mis mayores tesoros en un librito de poemas que compré en Granada, en su casa de la Huerta de San Vicente.
Y respecto a lo demás: con comentarios como los tuyos, ¿cómo no voy a seguir alimentando a mi Sirena? La verdad es que no es difícil. Cada día puede traer mil temas sobre los que reflexionar y escribir. Y es un gustazo poder compartirlos con quien aprecia estos pequeños tesoros tanto como yo misma. Gracias.
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