"Yo sólo lloro en el mar. Son las únicas lágrimas que no se echan a perder. Y es que las cantantes somos como sirenas, como las tejedoras irlandesas, las mariscadoras gallegas o las campesinas mallorquinas. Cantar es como decir: invoco lo que sea para luchar contra el miedo, las enfermedades, la soledad, ... Cuando alguien está trabajando en el campo, canta para no sentirse solo, para oír su voz, para convocar a lo bueno, a lo equilibrado, para sentir el contacto con el cielo y con la tierra... Cantar es como respirar profundamente y cuando estoy en el escenario mantengo una historia de amor con el público.""Podemos haber nacido lejos, no haberla visto nunca, ignorarla, pero ella marca nuestro biorritmo por el hecho de haber aprendido a nadar en la placenta y por el recuerdo de la larga noche en que fuimos batracios. Podemos poner tierra de por medio, olvidar su existencia y no recibir su aliento y su respiración, pero cuando el viaje nos devuelve de pronto a su seno nos convertimos en aquellos griegos que se sintieron salvados al verla bajo sus pies después de crueles fatigas: Thalassa! Thalassa! Ella, la mar, la casa."Fragmentos de "Voz de Mar". Mª del Mar Bonet y Emilio Garrido.
Ed. efectovioleta. 2007.
1 comentario:
Creo que ya he ido a cuatro conciertos de Mª Del Mar Bonet y cada vez me gusta más. La sensibilidad y delicadeza de su voz emociona.
Y respecto al mar, es verdad que los que vivimos en su orilla notamos una extraña sensación. A mi me pasa que cuando me alejo por algún viaje hay algo que tira de mí hacia atrás. Esa es la sensación que tuve la última vez que viajaba a Madrid o cuando voy a alguna ciudad del interior. Sin embargo, cuando estoy de vuelta noto como se me abren los pulmones y empiezo a respirar mucho mejor.
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