Alfonsina Storni
Camino lentamente por la senda de acacias,
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.
Genio bueno: este día conmigo te congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y breve...
¿Voy a volar acaso, ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.
Es que anoche tus manos en mis manos de fuego,
dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego
llenóseme la boca de mieles perfumadas,
tan frescas, que en la limpia madrugada de estío,
mucho temo volverme al caserío,
prendidas en los labios mariposas doradas.
1 comentario:
Esto es un soneto y lo demás son cuentos. Es más que tradición modernista, más que rimas clásicas y métrica perfecta, más que versos alejandrinos de cadencia esplendorosa. Es más que dominio del lenguaje y elegancia musical. Es mucho más.
Es alma y es amor.
Adoro a Alfonsina. Una de las más maravillosas sirenas que pueblan este mundo de sensibles y nobles pensamientos.
Mientras escribo esto canta Noa. Otro ángel más del signo de Cáncer.
Por cierto, precioso el Cangrejo del recibidor. Y me intriga mucho el signo de Juls. ¡Es tan alegre y animosa!
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