-¿Eres Ana?- preguntó con su vocecita de niña de Primaria. -Te traigo un regalito-
Los pre-adolescentes de mi clase, entre los que se hizo un curioso silencio, la miraban con cara extrañada.
-Susi, mi seño, nos dijo que dibujáramos una falla. Y cuando ha visto la mía, me ha dicho que si te la regalaba te ibas a poner muy contenta. Así que te la he traido.-
Y me ofreció tímidamente su Sirena fallera.
Podéis imaginar cómo me gustó el detalle. Incluso conseguí, a pesar del "corte" inicial, que aquella niña preciosa se despidiera con un beso.
Le prometí que su Sirena viviría aquí, con todas las otras, y que les iba a dar permiso a todas, a modo de bienvenida, para montar una fiesta marina por todo lo alto. Eso sí: sin pólvora ni fuego. Porque está claro que todo eso no tiene cabida en un mundo de agua.
1 comentario:
Preciosa Sirena la de Alexandra. Me imagino toda la escena como si fuera una película y resulta preciosa tal y como la describes.
Pero ponla también a la derecha!!! Al lado de la de Marina... ¿No?
Y a ver cuándo haces una carpeta con todas esas imágenes, me las envías a mi correo y me das el nick y la contraseña para ponértelas todas al mismo ancho.
Que también yo tengo derecho a ayudarte a ti en algo. No seas orgullosa, Luna en Leo.
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