De niño me daba por dibujar sirenas.
De niño….
Aquellas que en su frente una gaviota hacía su patria.
Les colgaba firmamentos y peinetas
y doblaba sus escamas, que eran tres, para contarlas.
Su boca les pintaba
con atunes, mantarrayas y dejaba tiburones
tejiéndose en sus faldas.
De niño dibujaba yo sirenas:
Tres escamas, tres guirnaldas,
y a las tres las encantaba.
Y las tres volaban despeinándose en mi almohada.
De niño dibujaba tres guirnaldas,
y en mi estrella cobrizada las guardaba.
Y de un hilo sobre el techo se colgaban:
Tres sirenas,
tres sirenas sin escamas
y a las tres yo las besaba.
Y en sus lanchas de nitrato iba yo y les soplaba
a que volaran con su pecho
que de plata les radiaba;
tres sirenas de guirnaldas que brotaban de mi cama.
¡Anda, luna! –Le cantaba.
Que brillara arrebolada
y adornara a mis doncellas.
¡Anda, luna, ve con ellas
y del cielo te alumbraras!
De niño… yo de niño dibujaba:
Una lámpara,
una aleta
y tres sirenas de Cantabria
que un espejo reflejaba.
Dime, luna –preguntaba:
¿es de lino tu mirada?
Y ella al verme replicaba:
Tres guirnaldas,
tres sirenas,
tres escamas que un niño dibujaba.
Y yo dejaba que alumbrara
con su rayo mi ventana.
¡Mira, luna! –señalaba.
Y tres estrellas con su aro centelleaban.
Yo de niño dibujaba:
Tres guirnaldas,
tres estrellas,
tres sirenas,
y una luna de mi infancia
que pasó por mi ventana.
2 comentarios:
Mi total gratitud para ti. Un fuerte abrazo.
Un honor, Salvador, recibir tu visita.
Con tu permiso, seguiré dando a conocer tu poesía, que me encanta, en la medida de mis posibilidades.
Un abrazo.
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