viernes, 15 de enero de 2010

¿Por qué para ser feliz hace falta no saberlo?

"Sirène avec miroir"
Fernand Pierre

“¿Por qué para ser feliz hace falta no saberlo?”

Fernando Pessoa


Será por eso que los más pobres, que sólo piensan en sobrevivir y no en ser felices, nos aventajan a los demás en tantas cosas: en generosidad, en buen humor, y por supuesto, en felicidad. No me extraña que un haitiano sea el autor de unos cuadros tan llenos de color, de luz y de vida. Las sirenas forman también parte de un mundo que está a caballo entre el sueño y la realidad. Un mundo perfecto para un alma generosa y creativa, …pero muy pobre.

El Museo de la Luna homenajea hoy al haitiano Fernand Pierre (1919-2002), y yo he querido traer hoy aquí a sus sirenas. Al fin y al cabo, aquí están en su medio natural...


"Sirènes avec arbre de fleurs"


Hoy ha sido un día extraño: el viento ha soplado de una forma violenta e inusual, y nos ha obligado a evacuar el colegio. Cuando nos íbamos, había arrancado ya varios árboles, y seguía soplando con una ferocidad que yo no había visto en mi vida. Los enormes árboles desplomados en el suelo, y los tremendos boquetes que habían dejado en la tierra al caer, me han hecho pensar en el inmenso poder de la naturaleza, que hace al hombre tan insignificante, tan diminuto e indefenso. Y luego, cuando he metido a mi hija en el coche, protegiéndola del viento con mi propio cuerpo, he pensado en las madres de Haití, que se han enfrentado a un desastre de dimensiones inimaginables para los que vivimos aquí, tan seguros, tan orgullosos de nuestras cómodas vidas. Tan ilusos. Ese viento, que removía cualquier cosa que encontraba a su paso, curiosamente ha agitado también mis propios cimientos.


¿Protegieron también aquellas madres a sus hijos con su propio cuerpo, como yo lo he hecho? ¿Y qué sintieron al comprender que su cuerpo ya no podría protegerlos, que no había lugar donde esconderse, que sus casas, los cuerpos de sus hijos, sus propios cuerpos, iban a ser tragados irremediablemente por las entrañas de la tierra?


Haití nos obliga a mirar más allá de nuestra familia, de nuestra casa. Nos obliga a agradecer el milagro de la vida, a reconocer nuestra insignificancia, a ser humildes.


Ahora, observa una vez más las sirenas de Fernand Pierre: míralas con ojos infantiles, disfruta de su brillo, su alegría, su inocencia, como un niño. Los niños también son felices… quizá porque no lo saben.


"Sirène Lwa a L´Evantail "

8 comentarios:

Anónimo dijo...

:)

Ah, cuánto mejor es no tener que contestar en el museo. Así me libro de formalidades. Me sentía súper incómodo. Además que siempre es más elegante contestar a las personas en sus páginas.

Bueno, pues me alegro mucho de que estas sirenas ingenuas se hayan venido a refugiar en la gruta de la sirena buena, que preservará aquí su inocencia como si de niñas se tratara.

Las sirenas son Lwa, no Twa. Y Evantail en francés es lo mismo que fan, así que arregla el título de la última. Yo por mi parte me olvidé de la tilde en Sirène; el francés y sus tildes, qué cruz, nunca aprenderé.

Ando buscando cuadros de pintores haitianos que sean casi tan maravillosos como Fernand Pierre. Sirenas Lwa he visto muchas, allí son tradición. Pero ninguna tan deliciosa como éstas. Me enamoré de ellas hace casi un año y parece que el amor perdura. Y en ti también...

Que viva Haití. Y que vivan las Sirenas de Erzuli, diosa del amor.

Anónimo dijo...

Aviso que mañana verás en el museo la coronación de la Sirena de Gerard Valcin. Es un cuadro que a mí me encanta, lo tiene todo para gustar, empezando por la simetría. Lo pondré en mi blog, también con un enlace al tuyo: Hay que dar al César lo que es del César, y a la Sirena lo que es de las sirenas.

Anónimo dijo...

hola primica,, que vivencia más horrorosa la del vendaval,, ¡ QUE SUSTO!!MENOS MÁL QUE NO PASO NADA GRAVE,,gracias por dejarnos "entrar" -as always-,, besos.

Hotel Existencia dijo...

Ana, claro que me suena. Desde luego no hay nada que se te resista. Por cierto, acabo de poner la imagen y creo que queda muy bien.
Respecto al pie de foto ¿te parece bien el que he puesto?

Mermaid Lullaby dijo...

Me parece muy bien. Gracias!

Tu Hotel se está convirtiendo poco a poco en un maravilloso muestrario de mariposas. Pero no como los que hay en los museos de historia natural, que da pena verlos, con mariposas resecas y sujetas con agujas. En tu hotel, las mariposas están "vivitas y aleteando", y le aportan una personalidad propia. A partir de ahora, cada vez que vea una mariposa bonita, pensaré en ti y en tu hotel...

Mermaid Lullaby dijo...

Primica: me alegro de verte por aquí de nuevo. Tú eres una de las razones por las que han vuelto los comentarios. Besos, guapa.

Mermaid Lullaby dijo...

Elio: Como siempre, gracias por tus correcciones. Ya he visto que tú también has añadido acentos. Quid pro quo. Cómo somos, eh? No se puede ser así de perfeccionista...

Gracias por la preciosa colección de sirenas y los enlaces a esta playa. Ya sabes que las sirenas son mi debilidad. Y estas sirenas haitianas, con esa luz y esa alegría, esta claro que son algo muy especial. Con tu permiso, me las iré trayendo para ofrecerles un hogar permanente. También, por supuesto, a la Sirena de Valcin.
Qué maravilla...

Pues sí, que viva Haití, las sirenas y Erzuli!

Graciela Bello dijo...

Estas pinturas Naïf haitianas me han maravillado desde siempre y son un bello homenaje en este momento.
Me ha gustado mucho tu reflexión, como relacionas tu lógico miedo por un fuerte vendaval a un desastre natural incalculable.
Estos sucesos "nos mueven los cimientos" como tú bien dices y nos llevan a mirar a fondo nuestras pequeñas vidas.
Un beso amiga!